Migrantes mexicanos que habitan en los puentes internacionales son empleados por juarenses que comienzan a poner puestos de comida alrededor de dichos lugares.
En El Chamizal una migrante originaria de Zacatecas consiguió trabajo en ese lugar gracias a una juarense que instaló un puesto de venta de dulces y papitas.
“Yo aquí sólo estoy para ayudarle a una persona que tenía este puesto, ella no está aquí, yo le ayudo a vender”, dijo Rosa María Sánchez, originaria de Zacatecas.
De acuerdo con la mujer, la dueña del lugar es oriunda de esta frontera y a diario acude para abrir el negocio y dejarla a ella encargada.
“Se vende Sabritas y café a los demás que estamos aquí, ellos sí vienen a comprar lo que necesitan y sí se vende bastante”, aseguró.
Ella es originaria de Zacatecas y desde hace ocho días llegó a Ciudad Juárez huyendo de la violencia de su estado.
“Allá la violencia está mucho más fea que aquí, por eso nos venimos nosotros, queremos llegar a Houston, vengo con mi hijo y mi esposo y nos ha tocado mucho frío y mucha agua en nuestra estancia aquí”, añadió.
La mujer está en espera de una cita de asilo político, por lo cual el empleo que tiene actualmente ha sido de gran ayuda.
“A mí me pagan para poder vivir mientras estoy aquí y ha sido de mucha ayuda el apoyo que me han dado con este empleo”, comentó.
El pequeño puesto donde trabaja Rosa María se localiza dentro del campamento que han improvisado más de 235 familias originarias de diferentes estados del país que buscan cruzar a los Estados Unidos.
El lugar únicamente consta de una carpa y una mesa de plástico donde se colocan los alimentos que vende, que van desde dulces, papitas, jugos, café y algunos artículos de limpieza.
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