Zacatecas, Zac.- Existen entre cinco y seis líneas de investigación en el caso del homicidio de la menor de nueve años, San Juana, y las investigaciones están avanzando, señaló el fiscal general de Justicia del Estado, Francisco José Murillo Ruiseco.
Se tienen ya varios perfiles genéticos que se están analizando para determinar si alguno corresponde con los encontrados en el lugar donde se encontró el cuerpo de la niña, y que se tomaron de las uñas y de sus genitales.
La Investigación
El fiscal general de Justicia del Estado, Francisco José Murillo Ruiseco, señaló que alrededor de las 18:00 horas del pasado viernes 20 de julio inició la intervención de la institución en el caso, al percatarse de la desaparición de la menor a través de redes sociales.
Fue así que se pusieron en contacto con la persona que en Facebook comenzó a mandar alertas, y que se identificó como tía de la menor.
Si bien la Alerta Amber se activó después de las 23:00 horas del viernes, debido a los mecanismos propios de la misma, desde las 18:00 horas iniciaron las indagaciones.
La niña salió de su domicilio alrededor de las 15:00 horas con rumbo a una papelería que se encuentra a una distancia aproximada de 50 metros.
Se constató que la niña estuvo en la papelería.
En los sitios adyacentes se encontraron dos cámaras, una en un Modelorama, cuya cámara se constató que no graba, sino que sólo es un monitor, y otra en la carnicería “La Reyna”, video que ya tienen en su poder las autoridades.
La niña estuvo en la papelería, según comentarios de quien la atendió.
Según vecinos, vieron una camioneta negra con placas de procedencia extranjera en el lugar que tuvo contacto con la niña, unidad que fue localizada, pero hasta el momento no se ha encontrado que tenga que ver en los hechos.
Vecinos hablaron de otra camioneta pick–up, la cual se localizó y se está investigando debido a que en su interior se encontraron restos de líquido hemático (sangre), por lo que se están analizando las muestras.
Se presume que el asesino interceptó a la niña y se habría trasladado directo al lugar donde fue encontrado el cuerpo, y aunque aún no se determina, en ese sitio la habría atacado sexualmente y posteriormente asfixiado.
Es muy posible, según los estudios realizados al cuerpo, que el mismo viernes la hayan asesinado en el lugar, que se encuentra alrededor de 280 metros del lugar del que desapareció la niña.
Se presume que quien se la llevó es alguien que conocía bien la zona porque hay zonas que sólo se pueden recorrer a pie.
Aún no se ha podido determinar si el atacante fue uno solo o si hay más involucrados.
Cuarenta y ocho horas
El cadáver de la menor presentaba un grado de descomposición alto debido a las condiciones climatológicas y del suelo.
Es decir, el calor que se dio el sábado y domingo corresponden a que la menor había perdido la vida desde el viernes mismo.
Incluso, las condiciones de la vegetación que había en el lugar fueron un catalizador para la descomposición, y que al llegar al lugar, los padres negaran que era su hija.
Se tomaron las muestras de ADN de la niña y de los padres, además del perfil genético del atacante.
Por segunda vez lo niegan
Al negar los padres la identidad de la niña, y desconocer las ropas que portaba el cadáver, se hizo necesario hacer los análisis de laboratorio.
Alrededor de las 01:30 horas de la madrugada del sábado se avisó a los padres de la menor que el dictamen pericial de ADN confirmaba que se trataba de la niña.
Se llevó a los padres a la Dirección de Servicios Periciales y analizaron los resultados, pero de nueva cuenta negaron que fuera su hija.
Fue alrededor de las 04:00 horas de la madrugada del sábado que los padres aceptaron que se trataba de la menor, ante lo cual se les trasladó al Servicio Médico Forense para que iniciaran los trámites correspondientes.
Ahí los padres ya reconocieron las ropas y los accesorios, zapatos, arracadas, que en un principio habían dicho que no correspondían a la menor.
Líneas de Investigación
Tras entregar el cadáver, el martes se hizo un nuevo recorrido en la zona, y se retiró la maleza para hacer un nuevo peinado en el lugar, palmo a palmo, paso a paso, hasta un trayecto considerable de hasta dónde pudo haber sido llevada a ese lugar la niña.
Se revisó metro a metro, centímetro a centímetro, se hicieron cuadrantes de búsqueda y se empezó a buscar cualquier evidencia.
Se entrevistó a los posibles testigos de la zona, lo cual se sigue haciendo.
El lugar donde fue dejada la niña es una cuchilla en un terreno baldío, semiabandonado, y hay lo que intenta ser un parque, un área verde, y a espaldas de ahí es donde hay casas.
En este momento hay entre cinco y seis líneas de investigación con probable responsable, las cuales se espera que lleven a la captura del responsable del atacante sexual y el homicidio de la menor.
Se están descartando una a una, primero en el informe pericial de genética forense, porque de la niña se obtuvieron muestras parciales de ADN.
Con la parte parcial de genética se puede hacer un comparativo con los presuntos responsables.
Es decir, se tienen datos genéticos parciales del posible atacante de la niña.
Relación entre casos
Al comparar los casos de Cinthia Nayelli, acaecida a finales del año pasado, y la de San Juana, se admitió que existen algunas coincidencias.
Para determinarlo, se ha solicitado la ayuda de un perfilador de Ciudad Juárez, Alfredo Velasco, quien ya intervino en el caso de Cinthia Nayelli y se ha pedido su intervención en este caso para descartar cualquier posible vínculo entre ambos casos.
De hecho, el perfilador ya dio una opinión y determinó que no se trata del mismo individuo, por lo que se puede descartar que el atacante sea la misma persona, con lo que se puede sostener que no hay un atacante sexual en las calles de Zacatecas.
