Las dos mujeres (madre e hija), cuyos cuerpos fueron encontrados carbonizados en Suchil, Durango, sí eran de Zacatecas y habían sido víctimas de un secuestro en Fresnillo, confirmó Francisco Murillo Ruiseco, titular de la Fiscalía General de Justicia del Estado (FGJE), agregando que en este caso, ya hay un posible responsable identificado.
Así lo informó la mañana de ayer lunes el mismo Fiscal General, enfatizando que al día siguiente que ocurrió el hallazgo de los cuerpos (jueves 16 de mayo), él se reunió con su homóloga de Durango, Ruth Medina Alemán para establecer coordinación.
Explicó que inicialmente, las dos mujeres, madre e hija, fueron reportadas como desaparecidas en el municipio de Fresnillo, por lo que se comenzó con la activación del Protocolo Alba; no obstante, detalló que después el caso se convirtió en secuestro ya que se les notificó que hubo una llamada en donde se pedía dinero por el rescate de las dos femeninas.
"Tenemos una colaboración estrecha (con la FGJE de Durango); enviamos la documentación y ellos a su vez los resultados de genética forense, y por eso podemos concluir que se trató de las mismas personas", sostuvo el titular de la FGJE de Zacatecas.
Según informó en su momento la FGJE de Durango, los dos cuerpos fueron hallados calcinados en la cajuela de un Jetta blanco, en un paraje de la localidad de Michilía, perteneciente al municipio de Súchil.
Asimismo, Murillo Ruiseco agregó que de este caso ya hay una línea concreta de investigación, pues, se tiene el perfil de un "responsable visible", dijo, de tal acontecimiento.
En relación a la causa de muerte de ambas femeninas, Francisco Murillo informó que en el lugar del hallazgo, además del vehículo y de los cadáveres, se encontraron casquillos percutidos, por lo que no se descarta que hubieran sido asesinadas con disparos y después incineradas.
Confirmó además que dicha unidad motriz en la que se les encontró, fue la misma que se reportó en su desaparición.
