La policía de Hong Kong ofreció este lunes una recompensa de un millón de dólares locales (poco más de 127 mil dólares estadounidenses) a los que ofrezcan cualquier información que facilite la captura de ocho activistas prodemocracia afincados en el extranjero y buscados por delitos contra la seguridad nacional.
Los activistas huyeron de Hong Kong después de que Pekín impusiera una draconiana ley de seguridad nacional a esta región administrativa especial.
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La normativa aplastó cualquier atisbo de disidencia tras las masivas protestas prodemocracia de 2019.
"Cometieron ofensas muy serias que ponen en peligro la seguridad nacional", aseguró Steven Li, superintendente jefe del departamento de seguridad nacional.
El grupo incluye a los legisladores prodemocracia Nathan Law Kwun-chung, exiliado en Reino Unido, Ted Hui Chi-fung y Dennis Kwok Wing-hang, así como al veterano sindicalista Mung Siu-tat.
Los otros cuatro son Elmer Yuen Gong-yi, Finn Lau Cho-dik, Anna Kwok Fung-yee y Kevin Yam Kin-fung.
"No toleraremos los intentos por parte de China para intimidar y silenciar a individuos en el Reino Unido y en el extranjero", protestó en un comunicado el ministro británico de Relaciones Exteriores, James Cleverly.
"Instamos a Pekín a retirar la ley de seguridad nacional y a las autoridades de Hong Kong a dejar de atacar a quienes defienden la libertad y la democracia", añadió.
Los activistas están acusados de connivencia con fuerzas extranjeras con vistas a poner en peligro la seguridad nacional, un delito castigado con cadena perpetua.
Algunos también han sido acusados de subversión, incitación a la subversión y secesión, pero la policía no puede detenerlos si están en el extranjero, declaró Li.
"Pero no dejaremos de perseguirlos", sentenció.
El cuerpo armado ofrece una recompensa de un millón de dólares hongkoneses por cada activista a cualquier persona que entregue información sobre sus paraderos que pueda conducir "a la detención o a un procesamiento satisfactorio".
La nueva ley de seguridad nacional, bajo la cual 260 personas han sido detenidas, tiene el poder de exigir responsabilidades a acusados aunque estén fuera del territorio.
Bajo la normativa, los casos penales son tratados por policías, fiscales y jueces designados en Hong Kong, pero Pekín puede hacerse cargo de algunos de ellos.
El anuncio de la policía se produce dos días después de la celebración del 26 aniversario de la retrocesión de este territorio a China.
