Causa del incendio
En 2019, la catedral de Notre Dame se encontraba en una fase de restauración, los trabajos apenas comenzaban, en la gran catedral aún se oficiaban misas, los andamios ya estaban colocados y algunos trabajadores realizaban labores previas a lo que sería el trabajo más arduo.
Hasta ahora, exactamente a un año del incendio continúan las investigaciones para determinar qué fue lo que originó la conflagración.
A paso lento avanza la investigación, más ahora que París, y gran parte del mundo se encuentra en stand by por la pandemia provocada por el Covid-19.
Hasta hace poco más de dos meses, el fiscal de París, Rémy Heitz, admitió que es una investigación larga y compleja, y hasta ahora se desconoce la causa exacta del incendio.
Las investigaciones en el edificio avanzan a paso lento, muy lento, pues ciertas zonas de la catedral, incluida la parte donde comenzó el incendio sieguen siendo inaccesibles, por lo que no se puede determinar lo que causó el incendio que puso a París en los encabezados de todos los diarios del mundo.
Un corto circuito, o una colilla de cigarro han sido algunas de las posibles causas que desencadenarían el incendio, pero hasta ahora, no hay nada confirmado.
- Las donaciones -
A un año del incidente, las donaciones para reconstruir la catedral se elevan a casi mil millones de euros, cientos de personas entre ellos famosos donaron grandes cantidades de dinero, para que la catedral vuelva a tener el esplendor de antes.
La primera empresa en anunciar una fuerte cantidad de dinero para la reconstrucción fue Artemis, propiedad de la familia Pinault, que aseguró donaría 100 millones de euros.
L’oreal, propiedad de la familia Bettencourt, donó 100 millones de euros, y en un comunicado emitido por la empresa aseguraron que “existen muchos años de apoyo a Notre Dame.
La petrolera Total hizo otra de las grandes donaciones, con una cifra de 100 millones de euros.
- Más de 700 toneladas de historia -
Uno de los símbolos que más admiraban los turistas y los propios franceses de la catedral de Notre Dame, era la aguja o “flèche”. Según algunos historiadores la última parte de la aguja la terminarían de colocar hacia el siglo XIII, entre los años 1220 y 1230.
El diseño incluía algunas estatuas de cobre verde de los 12 apóstoles como símbolo de protección, estaban colocadas de manera que brindaban “protección” a todos los ángulos de la catedral.
Estaba elaborada de roble y plomo y había una figura que miraba hacia la aguja, era Santo Tomás, pero a la vez representaba a Viollet-le-duc, el arquitecto y restaurador de la famosa “flèche”.
En la punta de la aguja de 96 metros descansaba una veleta de viento con forma de gallo. Posteriormente, el arzobispo Verdier ordenó que en lo más alto de la catedral debía haber una protección contra rayos y otros posibles daños, por lo que desde entonces la veleta contenía un pedazo de la corona de espinas de Jesús, y reliquias de San Dionisio y Santa Genoveva, santos patronos de París.
La aguja cayó envuelta en llamas, entre los gritos de quienes se encontraban cerca, viendo a lo lejos como el fuego consumía uno de los símbolos religiosos más importantes y famosos del mundo.
“Algo de un valor incalculable estaba muriendo ante nuestros ojos. Era una sensación desconcertante, como si la Tierra hubiera comenzado a temblar” escribió sobre el incendio de Notre Dame el escritor biritánico Ken Follet en su libro Notre Dame.
- Arte y reliquias en Notre Dame -
Piezas de arte invaluables y reliquias estaban resguardadas en la catedral. Una de ellas es la corona de espinas, que según los católicos portaba Jesús antes de ser crucificado. Está compuesta por un círculo de juncos unidos por hilos de oro.
Además, en Notre Dame, en el momento del incendio se encontraban otras dos reliquias de la pasión de Cristo: un pedazo de la cruz en la que crucificaron a Jesús y un clavo.
El gran órgano, con sus cinco teclados y sus casi ocho mil tubos lo hacen uno de los más valiosos del mundo, y de un valor incalculable.
En la cabecera de la catedral se encuentra La Piedad o el Descendimiento de la cruz, es una escultura realizada por Nicolas Coustou en el siglo XIII.
La virgen de París es una enorme escultura de la Virgen María y el Niño Jesús, fue esculpida hacia el siglo XIV y proviene de la capilla de Sain Aignan.
Santo Tomás de Aquino, de Antoine Nicolás es una pintura que data del año 1648, pertenecía al convento de la Anunciación del Faubourg Saint-Honore, y fue donada a Notre Dame en 1974.
El Rosetón Sur de la catedral es una de las más grandes obras maestras del cristianismo, según los especialistas, fue diseñado por Jean de Chelles y Pierre de Montreuil, se construyó en 1260 y su valor histórico es incalculable.
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