Miles de personas huyeron de sus hogares en las afueras de Atenas el viernes y cientos fueron evacuadas en barco desde la cercana isla de Evia, mientras Grecia enfrentaba un cuarto día de incendios forestales impulsados por fuertes vientos y temperaturas abrasadoras.
Como en el resto de Europa, Grecia ha estado lidiando con un clima extremo este verano boreal y una ola de calor de una semana -la peor en 30 años- que han provocado incendios forestales simultáneos en muchas partes del país, quemando casas y matando animales mientras las llamas arrasaban miles de hectáreas de terreno.
En la vecina Turquía, las autoridades luchan contra los peores incendios forestales jamás registrados en el país, que obligaron a evacuar a decenas de miles de personas. En Italia, los vientos cálidos avivaron las llamas en la isla de Sicilia esta semana.
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Este viernes, las autoridades griegas ordenaron la evacuación de más suburbios al norte de Atenas, donde los incendios forestales en las estribaciones del monte Parnitha se reavivaron a última hora del jueves, tras haberse reducido más temprano en la semana.
El fuego ardía alrededor de la carretera principal que une la capital con el norte de Grecia y cientos de bomberos con aviones lanzaban agua para intentar evitar que las llamas alcancen la cercana ciudad de Marathon.
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"Es posible que tengamos que pasar la noche en el auto si no encontramos un amigo que nos acoja", dijo Yorgos, de 26 años, quien tuvo que dejar su casa en el suburbio de Polidendro.
A los atenienses se les dijo que se queden nuevamente en casa para evitar los humos tóxicos, ya que el incendio, alimentado por los vientos y las explosiones en las líneas eléctricas de alto voltaje, envió una nube de humo sobre la capital.
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Las temperaturas han estado por encima de los 40 grados Celsius durante toda la semana y no se esperaba un alivio el viernes, cuando los vientos huracanados podrían extender las llamas aún más.
En Evia, guardacostas asistidos por barcos turísticos han recogido a 631 personas desde el jueves por la noche en tres playas de la isla, donde las llamas han quemado una vasta zona de pinar desde el martes y han llegado al mar.
El vicegobernador de la isla, George Kelaiditis, la calificó como "la mayor catástrofe en Evia en 50 años", con cientos de casas dañadas y miles de hectáreas de tierras forestales quemadas.
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