WASHINGTON. Muestra de la polarización que vive EU, el presidente Donald Trump y su rival demócrata Joe Biden se acusaron mutuamente de incitar la violencia, después de que una persona falleciera en los disturbios raciales del fin de semana en Portland, Oregon.
El mandatario amaneció con una serie de mensajes en Twitter en los que culpó al alcalde de Portland, el demócrata Ted Wheeler, y a la “izquierda radical” de los altercados de los últimos días.
Esa ciudad del noroeste de EU fue escenario el sábado de choques entre simpatizantes de Trump y miembros del movimiento “Black Lives Matter” (las vidas negras importan), que se saldaron con la muerte de un hombre por un disparo.
El presidente cargó contra los alcaldes y gobernadores de “la izquierda radical”.
“Los gobernadores y alcaldes de la izquierda radical en ciudades donde esta loca violencia está pasando, han perdido el control de su 'Movimiento'. Se supone que no iba a ser así, pero los anarquistas y los agitadores se dejaron llevar y no escuchan más -¡incluso han forzado a Joe (Biden) el lento a salir de su sótano!”, clamó Trump.
El presidente aprovechó el suceso para reforzar su mensaje de “ley y orden” de cara a los comicios del 3 de noviembre.
En tanto, tras meses de encierro por la pandemia, Biden reapareció en Pensilvania, tradicional bastión demócrata que hace cuatro años optó por Trump, para responder a los embates del mandatario, que lo llama “débil” y se presenta como el único garante de la “ley y el orden”.
El exvicepresidente de Barack Obama, que lidera en las encuestas para las elecciones del 3 de noviembre, contraatacó ayer, describiendo a su rival como “una presencia tóxica” desde hace cuatro años, que no sólo “no ha sido parte de la solución” sino que es “parte del problema”.
Trump “no puede detener la violencia porque durante años la ha fomentado. Puede que él crea que pronunciar las palabras ley y orden le hacen fuerte, pero su fracaso en pedir a sus seguidores que dejen de actuar como una milicia armada en este país muestran lo débil que es”, opinó.
El aspirante demócrata pidió, además, que acaben los altercados raciales:
“Los disturbios no son protestas. Los saqueos no son protestas. Desencadenar fuegos no son protestas. Es ilegal, simple y llanamente. Y aquellos que lo hacen deberían ser juzgados”, enumeró.
La reacción del presidente al discurso de Biden no se hizo esperar e inmediatamente después tuiteó: “Acabo de ver lo que Biden iba a decir. ¡Para mí, él está culpando a la policía, mucho más que a los Alborotadores, Anarquistas, Agitadores y Saqueadores, a los que nunca culpará o perderá los apoyos del Radical de Izquierdas Bernie (Sanders)!”, indicó.
Pero también defendió a sus partidarios que en caravanas llegaron a Portland y atacaron pon pistolas de pintura y perdigones a manifestantes antirracistas.
La pintura es… un mecanismo defensivo. La pintura no son balas “, dijo.
En tanto, la Casa Blanca informó que Trump visitará Kenosha hoy pese al pedido del gobernador y el alcalde para que no acuda por temor a desmanes.