La justicia de Nueva York anunció este jueves la devolución a México de una escultura olmeca, extraordinariamente rara, que representa al dios jaguar Tepeyollotlicuhti, realizada entre los años 800 y 400 antes de nuestra era y que había sido robada hace casi seis décadas.
La monumental escultura, que encarna a un felino de grandes ojos ovalados y gran boca abierta, conocida como el "Portal al Inframundo", custodiaba la entrada de una cueva ceremonial en el yacimiento arqueológico de Chalcatzingo, en Morelos.
Según la fiscalía neoyorquina, la pieza fue incautada en mayo y devuelta en julio, y ha puesto fin a "una compleja y larga investigación".
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"Esta increíble y antigua pieza es una rara ventana al pasado de la sociedad olmeca", declaró el fiscal de Manhattan Alvin Bragg en un comunicado el jueves.
Al igual que otras antigüedades robadas, esta pieza de unos mil kilos de peso, fue fragmentada en 15 pedazos para facilitar su carga en un camión y sacarla de contrabando de México.
La Máscara de la Cueva olmeca llegó en 1965 a Nueva York, donde fue puesta en venta por un individuo implicado en la dirección del saqueo, según la fiscalía.
Durante medio siglo ha sido prestada a varios museos, entre ellos el Metropolitan, y recientemente fue vendida a un coleccionista privado.
"La Máscara de la Cueva puede por fin volver a sentarse con el resto de sus monumentos compañeros", dijo Bragg.
La civilización olmeca --considerada la "cultura madre" de muchas otras culturas que aparecieron en la región en años posteriores, como la maya y la zapoteca-- fue una de las civilizaciones antiguas más influyentes de las primeras Américas, por lo que el significado histórico y cultural de este relieve olmeca es incalculable.
Además de esta valiosa pieza, las autoridades estadounidenses devolvieron a México en julio un manuscrito de una orden de pago firmada por Hernán Cortés el 27 de abril de 1527, que había sido robado del Archivo General de la Nación hacia 1993 antes de entrar en el circuito de subastas en Estados Unidos.