El Papa pide a los sacerdotes homilías breves, sin "temas extraños"

Para el Papa la homilía debe ayudar a profundizar en la palabra de Dios

DPA

  · martes 1 de octubre de 2019

También hace hincapié en el vínculo entre la Sagrada Escritura y la fe de los creyentes / DPA

El Papa ha instituido el 'Domingo de la Palabra de Dios', que la Iglesia celebrará cada tercer Domingo del Tiempo Ordinario (tercer domingo de cada mes, salvo en las fiestas mayores) para subrayar la importancia de la Sagrada Escritura. El Pontífice ha tomado la medida a través de un 'Motu Proprio' en el que pide a los sacerdotes homilías breves, sin "temas extraños" y que no sean "pedantes".

"A los predicadores se nos pide más bien el esfuerzo de no alargarnos desmedidamente con homilías pedantes o temas extraños", subraya la Carta Apostólica, titulada 'Aperuit Illis' y publicada este lunes 30 de septiembre por la oficina de prensa del Vaticano.

Para el Papa la homilía debe "ayudar a profundizar en la Palabra de Dios, con un lenguaje sencillo y adecuado para el que escucha". Así, señala que los sacerdotes deben "meditar y rezar sobre el texto sagrado" para entonces poder "hablar con el corazón para alcanzar los corazones de las personas que escuchan, expresando lo esencial con vistas a que se comprenda y de fruto".

Por ello, pide a los curas que nunca se cansen de dedicar tiempo y oración a la Sagrada Escritura, para que sea acogida "no como palabra humana, sino, cual es en verdad, como Palabra de Dios".

También hace hincapié en el vínculo entre la Sagrada Escritura y la fe de los creyentes: "Porque la fe proviene de la escucha y la escucha está centrada en la palabra de Cristo, la invitación que surge es la urgencia y la importancia que los creyentes tienen que dar a la escucha de la Palabra del Señor tanto en la acción litúrgica como en la oración y la reflexión personal".

El Papa expresa así su deseo de que el domingo dedicado a la Palabra "haga crecer en el pueblo de Dios la familiaridad religiosa y asidua con la Sagrada Escritura".

Francisco apunta que su decisión de dedicar concretamente un domingo del Año litúrgico a la Palabra de Dios se debe a que quiere hacer que la Iglesia "reviva el gesto del Resucitado que abre también para nosotros el tesoro de su Palabra para que podamos anunciar por todo el mundo esta riqueza inagotable".

Asimismo, la Carta Apostólica cita la Constitución dogmática 'Dei Verbum', del Concilio Vaticano II, y la Exhortación apostólica 'Verbum Domini', de Benedicto XVI, como fruto de la Asamblea del Sínodo de los Obispos de 2008 con el tema 'La Palabra de Dios en la vida y misión de la Iglesia'.

En el texto de la 'Aperuit Illis', Francisco señala que el Domingo de la Palabra de Dios "se colocará en un momento oportuno de ese periodo del año", en el que se está invitado a fortalecer los lazos con los judíos y a rezar por la unidad de los cristianos, y añade que "no se trata de una mera coincidencia temporal: celebrar el Domingo de la Palabra de Dios expresa un valor ecuménico, porque la Sagrada Escritura indica a los que se ponen en actitud de escucha el camino a seguir para llegar a una auténtica y sólida unidad".

Además, sugiere que en este Domingo los obispos "podrán celebrar el rito del Lectorado o confiar un ministerio similar para recordar la importancia de la proclamación de la Palabra de Dios en la liturgia". Mientras, los párrocos "podrán encontrar el modo de entregar la Biblia, o uno de sus libros, a toda la asamblea, para resaltar la importancia de seguir en la vida diaria la lectura, la profundización y la oración con la Sagrada Escritura, con una particular consideración a la lectio divina".

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