AMMAN. Los líderes árabes presionaron públicamente al secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, para que garantice un alto el fuego inmediato en Gaza, horas después de que un ataque aéreo israelí mató a decenas de personas en una escuela gestionada por la ONU y en un hospital que se utilizaban como refugio.
En una rara muestra abierta de desacuerdo, el jefe de la diplomacia de EU replicó a sus homólogos jordano y egipcio en una conferencia de prensa, afirmando que un alto el fuego sólo permitiría a los militantes de Hamas reagruparse.
Las potencias mundiales y regionales no han logrado llegar a un consenso sobre cómo abordar la escalada del conflicto en las cuatro semanas transcurridas desde que los combatientes de Hamas, que dirige la Franja de Gaza, irrumpieron en la frontera, causando mil 400 muertos y tomando como rehenes a más de 240.
Desde entonces, Israel ha atacado Gaza desde el aire, ha impuesto un asedio y ha lanzado un ataque terrestre, despertando la alarma mundial por las condiciones humanitarias en el enclave, según informaron ayer las autoridades sanitarias de Gaza, en el que han muerto más de 9 mil 488 palestinos.
Blinken se reunió en Ammán con los ministros de Asuntos Exteriores saudita, qatarí, emiratí, egipcio y jordano.
El ministro de Asuntos Exteriores egipcio, Sameh Shoukry, pidió un “alto al fuego inmediato” en Gaza sin condiciones, mientras que el ministro de Asuntos Exteriores de Jordania, Ayman Safadi, dijo sin rodeos a Blinken: “Detén esta locura”.
Blinken dijo que todos estaban de acuerdo en que el actual statu quo en Gaza no podía mantenerse, pero reconoció que había diferencias entre Washington, que sólo ha pedido pausas para permitir la entrada de ayuda en Gaza, y sus aliados.
“Un alto el fuego ahora simplemente dejaría a Hamas en su sitio, capaz de reagruparse y repetir lo que hizo el 7 de octubre”, dijo Blinken, que se encontraba en su segundo viaje a la región desde que Israel y Hamas entraron en guerra. Por su parte, Turquía, adonde Blinken llegará hoy, indicó que retiró a su embajador en Israel.
“Netanyahu ya no es alguien con quien podamos hablar. Lo tachamos”, declaró el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan.
Sin embargo, Israel ignoró los llamamientos a “pausas humanitarias” y su ejército prosiguió la ofensiva terrestre y la campaña de bombardeos.
Testigos palestinos afirmaron que Israel golpeó la escuela de Al-Fakhoura, en Yabalia, donde vivían miles de evacuados.
El ejército israelí dijo que una investigación preliminar sugería que no había atacado el lugar “pero la explosión puede haber sido el resultado de fuego de las FDI dirigido a otro objetivo”.
Imágenes mostraban muebles rotos y otras pertenencias en el suelo, manchas de sangre y en la comida, y gente llorando.
“Al menos un ataque alcanzó el patio de la escuela, donde había tiendas de campaña para familias desplazadas.
Otro impacto se produjo en el interior de la escuela, donde las mujeres estaban horneando pan”, declaró Juliette Touma, directora de comunicaciones de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA).
El Ministerio de Sanidad de Gaza informó de que otro misil israelí había matado a dos mujeres en la puerta del Hospital Infantil Nasser. Varias personas más resultaron heridas.
En tanto, más manifestaciones para exigir el fin de los bombardeos israelíes contra la población civil movilizaron ayer a miles de personas en las principales capitales de Europa, Estados Unidos y países de otros continentes, como Irán, Senegal, Venezuela, Paraguay y México.
Miles de manifestantes se reunieron en la Plaza de la Libertad de Washington, Dc, en una solidaridad con los palestinos.En Berlín, París y Londres, decenas de miles clamaron “Palestina libre”, “alto al genocidio” y “alto al fuego”.
En México, mexicanos y extranjeros de diferentes nacionalidades se manifestaron en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, donde demandaron un “alto al genocidio del pueblo Palestina”.
En tanto, una manifestación de las familias y apoyos de los rehenes secuestrados por Hamas congregó a miles de personas en Tel Aviv.
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En Jerusalén, coreando “¡Cárcel ya!”, cientos de personas empujó las barreras policiales en torno a la residencia del primer ministro Benjamín Netanyahu.
Algunos de los manifestantes llevaban camisetas con la imagen de Netanyahu repleto de sangre o estampas que lo describían como “Crime minister” (ministro del crímen, en inglés).