El reloj astronómico de Praga es uno de los más visitados del mundo. Ocupa la parte inferior de la torre del Ayuntamiento de la capital checa, en el centro de Europa, que se encuentra en la plaza de la ciudad vieja. Fue creado en 1410 por Mikuláš z Kadaně y perfeccionado a finales del siglo XV por Hanuš z Růže.
En el reloj se pueden diferenciar tres partes. La esfera inferior, que es un calendario en el que se muestran 12 escenas con los trabajos agrícolas correspondientes a cada mes del año.
También aparecen los signos del zodiaco. Además, este calendario refleja el día actual y su posición en la semana, el mes y el año.
Cuatro estatuas custodian el calendario. A un lado están el astrónomo (alegoría de la astronomía), que lleva un telescopio, y el cronista (alegoría de la retórica) con un libro.
Al otro lado se hallan el filósofo (alegoría de la filosofía) y el arcángel Miguel con su espada llameante.
El disco que se encuentra más arriba es el reloj astronómico propiamente dicho aunque, en realidad, se trata de varios relojes en uno, pues da cuatro horas distintas.
Así, la manecilla con el símbolo del sol indica la hora de Europa Central (antigua hora alemana). El reloj también marca la antigua hora checa, donde el nuevo día empezaba con la puesta de sol (números góticos de oro en el círculo exterior).
A la vez, se muestra la hora babilónica, que es desigual, pues las horas de verano son más largas que las de invierno ya que el tiempo se mide desde la salida hasta la puesta del sol.
Por último, el tiempo estelar está indicado en el círculo con números romanos.
Este gran disco está flanqueado por cuatro figuras articuladas: el vanidoso, el avaro, el turco y la muerte.
Cuando la muerte tira de la cuerda, comienza a sonar una campana y, a su son, el turco niega con la cabeza; el avaro agita su bolsa y amenaza con un bastón, mientras que el vanidoso se mira en el espejo.
Al mismo tiempo, se abren las dos ventanas superiores y por ellas comienzan a desfilar los 12 apóstoles, cada uno con sus símbolos característico; por ejemplo, San Pedro lleva una llave, San Andrés, una cruz decusata (en forma de X) y San Bartolomé, su propia piel.
El desfile termina con el canto del gallo, que despierta a la ciudad para una nueva hora de vida, y a continuación el reloj de la torre empieza a dar la hora. Este espectáculo puede contemplarse en todas las horas en punto entre las 9:00 y las 21:00.
MÚNICH, BODAS Y BAILES
La Marienplatz es el corazón de Múnich, capital del Estado de Baviera, en Alemania. En esta enorme plaza destaca el Neue Rathaus (Ayuntamiento Nuevo), con su enorme fachada decorada en estilo neogótico.
En su torre central, bajo el reloj, se encuentra el Glockenspiel, uno de los carrillones más grandes de Europa.
Cada día a las 11:00, a las 12:00 y, entre marzo y octubre también a las 17:00, mientras suenan las campanas, se pone en marcha un mecanismo en el que varias figuras representan, durante casi 12 minutos, dos acontecimientos importantes de la historia de la ciudad.
“El tema principal es la boda del duque Guillermo V de Wittelsbach con Renata de Lorena, en cuyo honor se celebró un torneo en el que un jinete bávaro venció a su competidor de Lorena”, explica Frank Bausback, desde la Oficina Nacional Alemana de Turismo.
En la parte inferior, las figuras recrean “un baile bávaro de toneleros (schäffler) que se celebró tras el fin de una gran epidemia de peste que azotó la ciudad, para animar a los ciudadanos a salir a las calles a festejar”, detalla.
VENECIA, EL "RELOJ DE LOS MOROS"
Más al sur, en Venecia, capital de la Región del Véneto, encontramos otro magnífico reloj.
La Torre dell’Orologio (torre del reloj) está ubicada en la céntrica plaza de San Marcos. Se construyó durante los últimos años del siglo XV y el mecanismo del reloj data de 1499, aunque ha tenido que ser restaurado en varias ocasiones.
La torre se levanta sobre un arco y tiene varios niveles. En el primero de ellos está el reloj, que consta de varias esferas concéntricas.
La mayor recoge las horas en números romanos, la segunda representa los signos del zodiaco y las interiores marcan las fases de la luna y el movimiento del sol en el zodiaco.
Encima de esta esfera hay una terraza semicircular, con un nicho en el que hay una estatua de la virgen María con el niño.
La escultura está flanqueada por dos pequeñas ventanas en las que se indican las horas.
Durante la semana de la Epifanía y la Ascensión, a cada hora, las figuras de los Reyes Magos salen por la puerta izquierda precedidas por un ángel, se inclinan ante la virgen y entran por la otra puerta.
Un poco más arriba, encontramos el león alado, símbolo de la ciudad de Venecia.
Desde la azotea del edificio corona todo el conjunto una campana en la que dos autómatas dan las horas.
Estas figuras se conocen coloquialmente como "los moros", por el color oscuro del metal con el que están construidas.
Aunque los dos "moros" son muy similares, no son exactamente iguales.
Uno de ellos tiene barba y se le conoce como el viejo, mientras que al otro se le llama el joven.
El viejo da la hora dos minutos antes de la hora exacta, para representar el tiempo pasado. Por su parte, el joven la da dos minutos más tarde, lo que simboliza el tiempo por venir.
LONDRES, PUNTUALIDAD BRITÁNICA
El Big Ben es uno de los monumentos más icónicos de la capital del Reino Unido y de todo el país.
Aunque, por lo general, se suele llamar Big Ben a la torre del reloj del edificio del parlamento de Londres, esta denominación no es del todo exacta.
De hecho, la torre de 106 metros construida en el siglo XIX que alberga un reloj en cada una de sus cuatro caras es la torre Elisabeth.
Big Ben es la campana que se encuentra en su interior y que pesa más de 13 toneladas.
El origen de este nombre no está claro, aunque hay dos teorías al respecto. Una cuenta que la campana tomó su nombre de Sir Benjamin Hall, la primera persona encargada de los trabajos, que era un hombre grande al que, en la cámara, se le denominaba afectuosamente “Big Ben”.
Sin embargo, hay otra teoría que indica que el Big Ben le debe su nombre a Benjamin Caunt, un campeón de los pesos pesados de boxeo de la época.
Los orígenes de esta emblemática campana fueron un poco accidentados.
En primer lugar, hubo un incendio que destruyó el palacio de Westminster en 1834. Una década más tarde, se decidió que los nuevos edificios de las casas del parlamento incluyeran una torre con un reloj.
Esto incluía la fabricación de una gran campana. El primer intento fracasó estrepitosamente, pues la campana se resquebrajó y quedó inservible.
El metal se fundió y se volvió a modelar la campana en 1858, de modo que el Big Ben sonó por primera vez el 31 de mayo de 1859.
Pero en septiembre de aquel año, la campana volvió a resquebrajarse. Entonces se colocó un badajo más ligero y se giró la campana para que este golpease en una parte intacta.
De esta manera, el Big Ben ha aguantado hasta el día de hoy. No obstante, en la actualidad, tanto el reloj como la torre están siendo restaurados y no se prevé que las obras finalicen hasta el año 2021.
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