PARÍS, Francia (OEM-Informex).- Con su escalada de ataques a“objetivos blandos”, en este caso una iglesia católica perdidaen una pequeña localidad provincial de Francia, el grupo yihadistaEstado Islámico (EI) busca claramente provocar una reaccióndescontrolada contra los musulmanes con la esperanza de crear unenfrentamiento comunitario en el país.
El sangriento ataque de ayer Saint-Etienne-du-Rouvray es elsegundo intento que realiza el EI contra un edificio de cultocatólico. La primera vez se produjo el 19 de abril de 2015, cuandoSid Ahmed Ghlam fue detenido en París herido por un disparo en lapierna que él mismo había efectuado por torpeza. Lainvestigación determinó que el accidente se produjo mientrasestaba preparando un atentado contra la iglesiaSaint-Cyr-Sainte-Juliette-Sainte-Thérèse, de la localidad deVillejuif, ubicada al sur de la capital francesa.
La “estrategia de la colisión inter-comunitaria” fueteorizada por el llamado “ministro de atentados exteriores” delEI, Abu Mohammed al Adnani, en un mensaje grabado difundido enseptiembre de 2014 por Al Furqan, principal órgano de propagandadel grupo yihadista, y reiterado posteriormente en 2015 y —másrecientemente—el 21 de mayo pasado, días antes del mes sagradode ramadán, que comenzó 6 de junio y concluyó el 5 de julio.
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En esos llamamientos exhortaba a los “soldados del califato”a utilizar cualquier arma disponible contra los infieles queresiden en los países de la coalición militar occidental queparticipa en los ataques contra las posiciones del EI en Irak ySiria. “Que el infiel sea combatiente o civil carece deimportancia. Los dos son enemigos y está permitido [derramar] susangre”, concluyó.
En su mensaje de 2015, Adnani amenazaba concretamente a Francia,Gran Bretaña y Estados Unidos con “atacarlos en su propioterritorio”.
“Os veremos y os enfrentaremos. Os atacaremos en vuestraspropias tierras”, aseguraba.
La estrategia del EI consiste, según los especialistas, enintensificar los ataques contra “objetivos blandos” pocovigilados, como iglesias, centros comerciales, escuelas,hospitales, fiestas populares o grandes concentraciones depúblico. El caso ayer en Normandía es demostrativo. Mientras quelas catedrales de Notre-Dame de París o de Chartres estáncustodiadas por un robusto dispositivo de seguridad, la iglesia deSaint-Etienne-du-Rouvray nunca fue considerada como un blancoposible y, por lo tanto, se encontraba totalmente desprotegida.
En el caso de Niza se trató de provocar el mayor número devíctimas, entre ellos muchos niños y mujeres.
El interés de ese tipo de operaciones consiste en suscitar elmayor pavor posible en la población, colocar a las sociedades enestado de máximo stress y crear un sentimiento de recelo frente atodo musulmán.
En un país como Francia, ese tipo de reflejos puede tenertrágicas consecuencias. El resentimiento de la población frente alos musulmanes se intensificó después de la guerra de Argelia(1958-1962) que concluyó con lo que muchos franceses consideranuna humillante capitulación y la pérdida de esa importantecolonia en el norte de África. Ese conflicto dio origen anumerosas operaciones de represalia dentro del territorio francés,conocidas como ratonnades.
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El riesgo de una reacción descontrolada por parte de gruposexaltados de franceses constituye una amenaza concreta. Numerosossectores han proclamado en voz alta en los últimos días suvoluntad de “salir a poner término a este tipo de cosas”. Losservicios de inteligencia interior saben que existen sectoresdispuestos a perpetrar un ataque contra un alto dignatariomusulmán, una personalidad simbólica o un atentado contra unamezquita.
El EI al parecer busca reproducir la estrategia utilizada por elFrente de Liberación Nacional (FLN) de Argelia, que logró crearuna polarización que —además del conflicto en el norte deÁfrica— condujo al país al borde de la guerra civil enterritorio francés.
Los estrategas yihadistas —afirman los expertos como DavidThoms, Alain Bauer o Mohammed Sifaoui— buscan reproducir esemodelo. Otros especialistas, en cambio, creen más bien que el EIse siente más tentado a duplicar el caso del Líbano que, desde1975, vive en guerra civil o en estado de permanente enfrentamientoentre las comunidades cristianas y musulmanas.
La amenaza no es insignificante, pues el primer ministro ManuelValls advirtió claramente ayer contra el riesgo de “un incendiode la sociedad francesa” o de “una especie de guerracivil”.
Con el ataque de ayer, el EI consiguió una parte del objetivoque persigue, pues colocó a la sociedad francesa al borde delestallido.
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