Con música de banda, entre tragos de tequila, whisky y gorditas de chicharrón, los hermanos Duarte Hernández convivieron cerca de la tumba de sus amados padres Antonia y Luis.
La estampa de algarabía se multiplicó en la celebración por el Día de Muertos en los panteones Francisco Herrera y La Purísima de la ciudad de Zacatecas, los cuales lucieron abarrotados de personas y de flores de cempasúchil y crisantemos, cuyo aroma fue opacado por el de las enchiladas, las gorditas y los tacos de tripas.
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De acuerdo con datos del ayuntamiento de Zacatecas, cada año son cerca de 50 mil las personas que visitan ambos panteones, los más grandes del estado.
En una tumba totalmente adornada con flores y papel picado, los hermanos Duarte y sus hijos, llegaron como cada año desde Tijuana para visitar a sus seres queridos; parte del amor y la añoranza lo expresaron alegremente vistiendo playeras con los rostros de sus progenitores.
Mientras tanto, el intenso calor y la yerba suelta no impidieron el baile como cada año "desde temprano, hasta que el cuerpo aguante", señala con una amplia sonrisa, Alejandra Duarte.
Aunque desde pequeños emigraron a Tijuana con sus padres en busca de mejores oportunidades y allá hicieron su vida, cada año regresan a visitar a sus seres queridos que fallecieron hace más de treinta años y tres años, respectivamente.
No obstante, los hermanos este año se encontraron con el descuido de parte de la administración de panteones que dejó una gran cantidad de yerba, por lo que hicieron un llamado al gobierno municipal para que atiendan con tiempo el arreglo del lugar.
Malas condiciones del camposanto
Felipe Ortega Villegas, quien visitó a su mamá y su suegra, también lamentó las condiciones del panteón de Herrera, pues señaló que en una de las tumbas encontró la yerba quemada y en la otra muy crecida, por lo que solicitó a las autoridades poner atención en ese aspecto.
Ortega Villegas tarda al menos cinco horas en lo que arregla las tumbas de sus familiares, reza, junto a su familia, una oración y deposita una ofrenda floral. Aclaró que las flores no son muy caras pero hay gente que tiene poco recurso para adquirirlas.
En ese mismo sentido se manifestó Jorge Armando Ovalle, quien señaló que solo se limpió entre el 30 y el 40% del total del panteón, algo que no ocurría en años anteriores, por lo que ahora le tocó tumbar la yerba de alrededor de la tumba de su suegra con una cuchilla.
Jorge Armando junto a sus familiares, preparaban ya el espacio que ocupan año con año y en donde instalan una carpa para poder compartir, al menos 20 familiares, el pan y la sal y recordar los buenos tiempos.
Debani Rodríguez, junto a sus tías, abuelita y su mamá, acudieron al panteón a visitaron la tumba de su hermano, abuelo y tía y mientras la preparaban, señaló que algunas áreas estaban limpias, aunque lamentó que en otras áreas, algunas personas arrojaron la basura encima de algunas tumbas.
Para Debani y su familia es muy importante regresar cada año a visitar a sus seres queridos, ya que pretenden no olvidarlos y mantenerlos presentes.
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