Hasta el mes pasado, Zacatecas era uno de los únicos estadossin ley estatal o sin iniciativa de ley de voluntad anticipada quepermita a los pacientes en fase terminal, decidir con antelación,si desean rechazar tratamientos que sólo alargarían susufrimiento.
Expertos y autoridades coinciden en que el tema sigue siendopolémico debido a la desinformación que impera actualmente en unasociedad que sigue confundiendo la voluntad anticipada con laeutanasia. Probablemente lo controvertido de esta materia haprovocado que los legisladores rehúyan del tema.
En abril del 2012, el entonces diputado local Xerardo Ramírez,presentó una propuesta de ley que buscaba reglamentar el acceso a“una muerte digna” en la que se respetara “la voluntad deevitar todo sufrimiento inútil e insoportable para el paciente y,en ningún momento, considerarse el alargue de la vida a cualquiercosto”.
Aquella iniciativa a favor de la ortotanasia que XerardoRamírez elaboró con su homólogo Jorge Álvarez Máynez, no fueaprobada por el congreso. El tema no volvió a tocarse durante másde cinco años.
El 14 de diciembre del 2017 la diputada, Norma AngélicaCastorena Berrelleza presentó en sesión ordinaria del Congresodel Estado la iniciativa de ley de voluntad anticipada, misma quesigue pendiente de aprobación.
Aunque la nueva Ley General de Salud permite la voluntadanticipada en todo el país, falta que cada estado cuente con unaley estatal que reglamente su aplicación.
“No quiero que me conecten a unamáquina”
“Proponemos poder decidir cómo y en donde vivir nuestrosúltimos días; que si mi enfermedad ya no tiene remedio y noquiero que me conecten a una máquina y me llenen de sondas, no lohagan”, expresó la coordinadora de Políticas Públicas en elConsejo Estatal de Bioética, Angélica García Avilés.
En entrevista lamentó que frecuentemente mueren personas encondiciones indignas, debido a que su sufrimiento en un hospital seprolonga innecesariamente con tratamientos que ya no podrían curarsu enfermedad.
García Avilés, quien asesoró a Norma Angélica Castorena enla elaboración de su propuesta ley, explicó que la voluntadanticipada es la decisión que toma una persona para ser sometida ono a tratamientos o procedimientos médicos que tengan el objetivode alargar la vida.
Lamentó que el término siga asociándose con la eutanasia.Aclaró que la voluntad anticipada no tiene relación alguna con un“suicidio asistido”, pues solamente busca “respetar elmomento natural de la muerte” sin buscar adelantarla.
Médicos temen demandas por negligencia oabandono
La falta de legislación ha provocado que en los hospitales seanfrecuentes los casos de “obstinación terapéutica”, entendidacomo aquella “sobreactuación” del personal médico en loscasos en los que ya no existe cura. García Avilés señala quemuchas veces la exagerada prolongación del sufrimiento delpaciente se debe a que los médicos temen ser acusados denegligencia o de abandono.
“La voluntad anticipada no favorece el abandono del enfermo,sino que a partir de su decisión de no continuar con tratamientoscurativos inútiles, pase a una atención paliativa que le aminoreel dolor y, si así lo decide, irse a su domicilio para no morir enuna cama de hospital aislado de su entorno y de sus seresqueridos”.
De aprobarse la ley, se contaría con un marco normativo queproteja también al médico cuando este respete la voluntad delpaciente sin temor de que se vea acusados de malas prácticas o seademandado por negligencia.
Por su parte, la diputada Norma Castorena Berrelleza, quiendurante varios años fungió como enfermera de la Secretaría deSalud, dijo que la ley que presentó en diciembre pasado“responde a un grito desesperado del personal de salud”.
Al respecto agregó: “Nosotros nos enfrentamos de maneradirecta con los pacientes que están en agonía, sin embargo nopodemos hacer nada porque deben estar allí en su cama de hospitalhasta el último momento”.
Los familiares no podrían contradecir la voluntad delenfermo
La iniciativa propone que ante un notario, la persona elabore undocumento en el que expresa su decisión de no ser sometido atratamientos que alarguen si vida en caso de encontrarse en faseterminal.
La voluntad anticipada se aplicaría cuando el médico calculeuna esperanza de vida de entre tres y seis meses. Entonces sebrindarían ya sólo cuidados paliativos, atención psicológica,tanatológica y espiritual de acuerdo con las creencias delenfermo.
También se contempla que en los hospitales se disponga deformatos donde el paciente internado, aun en uso de sus facultadesmentales, decida si quiere utilizar este derecho de elección. Encaso de que no pueda hacerlo, los familiares más cercanos, comorepresentantes legales, podrían tomar esa decisión.
La diputada destacó que la ley establece otras disposicionescomo la imposibilidad de los familiares de pasar por alto lavoluntad del paciente cuando esta se encuentra notariada.
“Es un tema controversial y es necesario explicarlo a la gentepara que entienda que no es eutanasia sino que es una forma en laque tienes el derecho de rechazar los tratamientos que sóloalargan la agonía”.
Al recordar que hace cinco años fue rechazada una iniciativaley estatal en la materia, Castorena Berrelleza opinó que losmitos han sido el principal obstáculo: “La ortotanasia es morirdignamente, en ningún momento busca quitar la vida como en laeutanasia donde se provoca la muerte de manera deliberada”.
De aprobarse la ley se contaría con una unidad en el hospitalde Zacatecas destinada a la capacitación de los familiares encuidados paliativos que serían útiles en caso de que el pacientedecida irse a su casa. En esos casos, dijo, el médico hará laprescripción de las medicinas y de todas las medidas necesariaspara aminorar el dolor.
Los médicos no pueden aplicar tratamientos a lafuerza
Enrique Argüelles Robles, presidente del Consejo Estatal deBioética expresó que la eutanasia choca con el valor universal dela conservación de la vida, sin embargo aclaró que este valoruniversal no contraviene la decisión personal de tener una muertedigna.
Declaró que sí es aceptable desde la bioética, el concepto de“la muerte dulce”, que significaba esperar el momento deldeceso evitando el sufrimiento, es decir, sólo con el uso decuidados paliativos.
Aun antes de contar con una ley de voluntad anticipada aprobadapor el congreso, Argüelles Robles declaró que un paciente puedenegarse a recibir un tratamiento porque es un derecho que puedeejercer, siempre y cuando tenga competencia mental.