El 16 de julio se celebra a la Virgen María en su advocación de la Virgen del Carmen o del Monte Carmelo, su historia inicia en Israel, en el monte Carmelo que tiene unos 600 metros de alto y está cerca de Haifa. Su etimología proviene de Karm-El que significa Jardín o Viña de Dios.
Según el relató biblíco de los Reyes, el profeta Elías vivía en una gruta del Monte Carmelo. Allí fue donde demostró el poder del Señor frente a los sacerdotes de Baal, cuyo holocausto rechazó Dios.
Así, inspirados por el profeta Elías, un grupo de ermitaños se fue a vivir al Monte Carmelo y, hacia el año 1200 formaron la Orden de Nuestra Señora del Monte Carmelo o Nuestra Señora del Carmen.
El 16 de julio de 1251, la Virgen del Carmen se le apareció al sexto Superior General de la Orden, San Simón Stock, a quien le entregó el escapulario, uno de los signos más distintivos de esa orden religiosa.
Los frailes carmelitas se vieron obligados a abandonar la zona en el siglo XIII a causa de la invasión islámica, pero difundieron su orden en los reinos de España, hacia 1270.
Virgen del Carmen, patrona de los marineros
La Virgen del Carmen también es llamada Estrella del Mar por lo que es patrona de los marineros, en parte por la cercanía del Monte Carmelo con el Mar Mediterráneo. Es un referente para las embarcaciones que les anuncia un puerto seguro.
El escapulario de la Virgen del Carmen
Cuando la Virgen María se apareció al superior de la Orden Carmelitana, San Simón Stock, le dio las reglas de su Orden.
Según la tradición, le entregó al santo un escapulario de color café con el escudo de la Orden y prometió a los que lo llevaran salir del Purgatorio al siguiente sábado después de su muerte. A esto se le llama el “privilegio sabatino”.
Pudo prometer esto porque llevar el escapulario de la Virgen del Carmen es un compromiso de vivir en oración, en mortificación y en obras buenas.
Estos son medios clásicos que la Iglesia ofrece a sus fieles para hacer penitencia por sus pecados.
El escapulario del Carmen debe ser impuesto por un sacerdote a los que acepten santificarse en el amor e imitación de María y en la recepción frecuente de la Eucaristía.
En la iconografía religiosa, la Virgen del Monte Carmelo es representada con el santo escapulario en la mano, con el Niño Jesús, con corona y a veces con una estrella y un paisaje marino.
Diez claves para usar el escapulario
1. No es amuleto
Y tampoco garantía automática de salvación, y mucho menos un permiso para no vivir las exigencias de la vida cristiana.
2. Es una prenda
Se lleva sobre los hombros, colgando por delante y por detrás. Tiene la imagen de la Virgen y el escudo de la orden.
3. Es un regalo
Fue dado por la Virgen María a san Simón Stock como un signo y un privilegio para él y para todos los carmelitas.
4. Es un mini hábito
Es como un hábito carmelita en miniatura que todos los devotos pueden portar como muestra de su consagración a la Virgen.
5. Es signo de servicio
San Alfonso María de Ligorio decía que la Virgen está satisfecha cuando se usa como signo de servirle.
6. Es un sacramental
No comunica gracias como los Sacramentos, sino que dispone al amor de Dios y al arrepentimiento si se recibe con devoción.
7. Lo quiere la Virgen
Lucía, la vidente de Fátima, describió que en la última aparición la Virgen llevaba el hábito carmelita y el escapulario en la mano.
8. Se impone
La imposición del escapulario la debe hacer un sacerdote, con una oración especial, y preferentemente en comunidad.
9. Debe estar bendito
Cuando el escapulario se ha desgastado, puede reemplazarse por uno nuevo bendecido, pero no se tira a la basura.
10. Son hechos a mano
Algunas religiosas carmelitas confeccionan escapularios para llevar recursos a sus comunidades.