Zacatecas se ha convertido en punta de lanza cuando ayer miércoles, la LXIV Legislatura del Estado aprobara la inclusión del concepto “violencia vicaria” en la Ley de Acceso a las Mujeres a una vida Libre de Violencia, como a los Códigos Familia y Penal del Estado para ampliar los tipos de violencia reconocidos en contra de la mujer.

La violencia vicaria es cualquier acto u omisión por parte de la pareja o ex pareja sentimental de una mujer que inflija a personas con las que ésta tenga lazos de parentesco civil, por consanguinidad o afinidad, un daño, menoscabo o sufrimiento de cualquier naturaleza con el propósito de causar perjuicio o daño psicológico patrimonial, físico o de cualquier otra índole a la mujer.

Las y los diputados coincidieron en que eliminar la violencia contra las mujeres debe ser una prioridad para las instituciones involucradas en prevenir, atender, sancionar y erradicar la violencia de género.

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En casos extremos, padres asesinan a sus hijos, y es ahí en donde se aseguran que la mujer no se recupere jamás

La violencia vicaria, el eterno daño a la mujer

La violencia vicaria es una de las expresiones más crueles de violencia, en donde las hijas e hijos son usados como objetos por parte del padre, con el único fin de continuar ejerciendo daño a la mujer. En casos más extremos, los padres han asesinado a sus hijos y es ahí en donde se aseguran de que la mujer no se recuperará jamás.

Esta es una violencia poco reconocida, en donde es a la mujer a la que se quiere perjudicar y el daño se hace a través de terceros, por interpósita persona; así lo definió la psicóloga clínica Sonia Vaccaro, quien desde el 2012 ha estudiado este tipo de violencia.

Carla Anaís Navarro, integrante de la Colectiva Umbral de Urrea de Zacatecas, añadió que este tipo de violencia se comenzó a nombrar desde que las mujeres decidieron separarse de sus parejas después de haber sido víctimas de múltiples más (física, psicológica, económica, patrimonial), utilizando a sus hijas e hijas para continuar haciéndoles daño.

“En México no está tipificada esta violencia, pero existen muchos casos, los hombres siguen violentando con amenazas de que les quitarán a sus hijos, forzando convivencias, en casos tan grandes en donde los alejan de sus hijos o donde el progenitor mata a sus propios hijos para hacerles daño a la mamá”.

Bajo este contexto, puntualizó que en Zacatecas existen pocos grupos de acompañamiento a madres que sufren este tipo de violencia, sin embargo, se requiere nombrarla y visibilizarla.

El camino hacia la legislación

El pasado 1 de febrero, la diputada Maribel Galván, propuso adicionar disposiciones de la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, del Código Familiar del Estado y del Código Penal, para que en Zacatecas sea visibilizada la violencia vicaria.

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“He acompañado a muchas mujeres en su estrategia jurídica en los tribunales por la defensa de sus derechos y de sus hijos. Lamentablemente nos hemos encontrado con la imposibilidad de ellas de denunciar hechos en los que terceras personas son víctimas con el único fin de hacerlas víctimas a ellas. Aquí se reduce y aquí se describe perfectamente la violencia vicaria”.

La diputada zacatecana, manifestó que esta violencia se ejerce a través de una tercera persona, lamentablemente, la víctima es una persona que está en un grado superior de vulnerabilidad; indicando que el victimario agrede a las y los hijos procreados con quien fue su esposa o su pareja con la única intención de seguir victimizándola.

Al no visibilizar esta violencia, las y los administradores de justicia y los procuradores se encuentran en la imposibilidad de actuar al no ser una figura inscrita en la ley, por ello no se puede actuar en consecuencia.

Sustracción y Abuso Sexual Infantil…

Luego de ser víctima de diversas formas de violencia, incluida la psicológica, económica y física, Lorena decidió separarse de su agresor con quien tuvo una hija, fue entonces cuando pensó que todo terminaría.

Sin embargo, comenzaron las amenazas por parte de él para quitarle a su hija, una demanda por custodia y otra demanda por violencia familiar.

“El agresor sustrajo a mi hija un día de saliendo de la guardería, no me dejaba verla, la escondía, yo no podía tener contacto con ella ni por llamada”.

Lorena, contó que cuando pudo nuevamente estar con su hija, ella le contó que su papá la tocaba “ella comenzó a decirme más, que su papá se dormía con ella y que se quitara la ropa”.

Finalmente, expresó que es necesario visibilizar la violencia vicaria, nombrarla y crear redes de apoyo para que las mujeres se sientan acompañadas, pues no es un proceso sencillo en donde las autoridades continúan revictimizando y criminalizando a las víctimas, sin contar con perspectiva de género, mucho menos con perspectiva de infancia.

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