Una doula es la mujer encargada de dar acompañamiento físico, emocional, espiritual y técnico antes, durante y después de un embarazo. María del Rocío Parga Anaya realiza esta labor en Zacatecas desde 2017 y nos cuenta sobre su experiencia.
Rocío comenzó con esta inquietud después de sufrir violencia obstétrica en su primer embarazo, que derivó en depresión postparto. Debido a la falta de información, la automatización de los procesos durante el parto y la falta de actualización de los profesionales de la salud, este tipo de violencia es más común de lo que se piensa.
Al terminar su carrera como psicóloga clínica, dedicó su investigación de tesis a la depresión postparto, fue ahí donde encontró el llamado de su vocación: Ser doula. “…cuando leí lo que hacían me imaginaba a esa persona y decía: Esto es lo que yo necesitaba, exactamente lo que necesitaba y no tuve…” nos cuenta emocionada.
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Años después tuvo la oportunidad de estudiar en Barcelona para realizar este sueño. “…Todo se fue dando, yo no iba buscando estudiar esto, pero me llegó como caído del cielo…”
Madre de dos, psicóloga clínica y Perinatal, doula de embarazo, parto y post parto con formación en canto prenatal ha acompañado a aproximadamente 300 mujeres durante el embarazo y ha recibido a más de 60 bebés, acompañando durante todo el proceso a la mujer que nace al momento de parir, una nueva mamá. “Ofrezco acompañamiento a mujeres que están atravesando por un duelo ante una pérdida gestacional, perinatal o neonatal… es otra labor importante para mí”.
Rocío complementa su labor como doula con su carrera y especialidades, su objetivo principal es contener, acompañar y orientar a cada madre en su propio proceso, siempre con el enfoque en parto humanizado.
Ella es la mujer que le recuerda a otras mujeres el poder natural que tienen, “…siempre que me dicen las mamás, Rocío tú me diste fuerza, les digo que no, que ellas ya tienen ese poder y yo sólo les ayudo a encontrarlo, no sólo para el bebé, también para la mujer que se transforma… nunca van a ser las mismas, pero hay una transformación a esta nueva mujer que es mamá…”
Rocío se considera promotora del empoderamiento femenino y la sororidad. “…muchos ginecólogos consideran el parto humanizado o nuestra labor de doulas como una moda…”, realmente lo que hacen es retomar, con sustento científico, practicas ancestrales como los partos en casa, la lactancia materna y procurar la conexión entre madre e hijo.
En nuestra cultura se relaciona parir con sufrimiento o dolor y los miedos, creencias y conceptos de nuestros cuerpos que se forman al crecer son de las principales cosas a trabajar durante el proceso que Rocío realiza con cada madre.
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Durante el año pasado, debido a la contingencia sanitaria derivada por Covid-19 los partos en casa se volvieron una opción segura y viable para muchas mujeres que no deseaban exponerse a contagios en hospitales.
“Tuve un caso el año pasado y todo el trabajo de parto se realizó en casa, sólo se trasladaron al hospital para la expulsión del bebé y los ginecólogos no le creían que llevaba nueve centímetros de dilatación por lo tranquila que iba la mamá”.
Entre toda la incertidumbre que trajo la pandemia para todas y todos, encontrar esta figura de apoyo y seguridad es un oasis para muchas mujeres.
Rocío es una mujer que disfruta de su labor, combina sus conocimientos en pro de otras mujeres y siempre está dispuesta a apoyar a quien lo necesita además de ser madre, esposa, hija, amiga y un etcétera interminable que la mayoría de las mujeres vive.
“Soy parte de un grupo de doulas en Zacatecas y nos dedicamos a apoyar con todas las dudas que surgen al ser mamás, somos cuatro doulas activas… también soy facilitadora de ceremonias y rituales ancestrales como el Blessingway (Ceremonia de Maternidad), Ceremonia de primera menstruación, ritual de llegada del bebé, ritual de siembra de placenta, cierre de cadera, entre otras…”
Su mensaje para todas las mujeres es “Nunca se rindan en sus sueños, ser madre no las limitará, hay tiempo para todo y luchen por conseguir lo que deseen”.
