CDMX.- Durante sus más de tres décadas de trayectoria, lapresentadora de televisión y activista social Rebecca de Alba hasobresalido como una de las figuras públicas más solicitadas porlas marcas para vender sus productos.
“Las firmas ven en mí a una mujer aspiracional, a alguien conquien se sienten identificadas otras mujeres. Según estudios de‘focus group’, ellas no me ven como alguien amenazante en sushogares, ni siquiera frente a sus maridos, lo cual me da muchogusto, pues nunca ha sido mi prototipo de imagen”, comentó DeAlba.
Productos como desodorantes, pastas de dientes, shampoos, cremaspara el rostro, cosméticos, pantimedias, cremas depiladoras yjoyería fina la han requerido como su embajadora, lo mismo queestados como Zacatecas y Guanajuato, entre otros.
“En alguna ocasión estuve, de manera simultánea, en trescampañas, lo cual me enorgulleció muchísimo porque significabaque veían en mí a una persona con valores y sentido deresponsabilidad”, platicó a Notimex en entrevista.
Sin embargo, la presidenta de la Fundación Rebecca de Alba, queapoya a niños y jóvenes que padecen cáncer, admitió que nosiempre acepta todas las invitaciones que le llegan.
Por ejemplo, cigarros y bebidas alcohólicas han estado fuera desu interés, aunque los contratos sean más jugosos en loeconómico.
“A veces pienso que al decir no se me fue una buena cantidadde dinero, pues son los que mejor pagan, pero no me arrepientoporque de esta forma evito que alguien se refleje en mí en eseaspecto. Prefiero venderme con aquellos productos que meidentifico, que producen un bien para alguien”.
Rebecca de Alba, quien en la década de los 90 fue co-conductoradel desaparecido programa de televisión “Un nuevo día”,confesó que primero procura informarse acerca de la empresa que lacontacta y para ello, se apoya de un grupo de asesores.
“En algún momento, una marca de tintes se acercó para quelos apoyara, pero no quise porque me proponían cambiarme el tonodel cabello y no me latía lo que decía el guión. Como no todo esdinero, les dije que no”.
A quien le dijo que sí fue a una firma internacional de cremaspara el cuidado del rostro de las mujeres. Lo hizo porque conocióa quienes están detrás de la fórmula del producto y le hablaronacerca de la importancia de los péptidos y lípidos.
“Era una crema que en el mercado costaba 299 pesos y conteníalos mismos ingredientes que una de tres mil pesos. Siempre apuestopor los productos que sean incluyentes y alcanzables para elbolsillo de las mujeres, pues todas tenemos derecho a tener unproducto bueno que nos haga sentir bellas”.
Mencionó que antes de firmar contrato sugiere probar elproducto por lo menos dos meses antes de comenzar a anunciarlo,aunque en ese periodo corra el riesgo de que elijan a otra personacomo embajadora.
“Cuando me propusieron anunciar una crema depiladora, laprobé en mis piernas durante varias semanas para comprobar que noirritara o dañara la piel.
“Para hacer esto no es que firme contrato todavía, incluso,no hay garantía de que me quede como imagen. Ellos me esperan y loagradezco porque yo necesito probar antes de recomendar, es mipolítica personal y responsabilidad con la gente”, destacó.
Una vez que Rebecca de Alba se convierte en aval de la marca,asegura que es fiel a ella no sólo porque así lo estipulan loslineamientos, sino por gusto, porque cree en el producto y lo usa adiario.
[caption id="attachment_722014" align="alignnone" width="483"]Foto: Notimex[/caption]
Aunque durante alguna temporada fue una de las celebridades mássolicitadas, comentó que el panorama ha cambiado. Sobre todo,porque se modificaron los conceptos de publicidad, las redessociales vinieron a remover lo que había en televisión. Aunado aesto, las marcas se dirigieron a las jóvenes y no hacia lasmujeres adultas.
En ese renglón, la zacatecana reveló que la mayoría de lasofertas de campaña le llegan para el mercado de Internet, sobretodo, Instagram, Twitter y Facebook.
“Las empresas ya no invierten tremendas cantidades de dineroen un ‘prime time’ de televisión nocturno o para la telenovelaestelar. Todo cambió. Ahora les reditúa mucho más que lascelebridades anuncien sus productos en todas sus redes, latelevisión ya no es garantía absoluta”.
Consideró que las marcas ya no cuentan con el presupuesto detiempos pasados para pagar grandes cantidades de dinero a una grancelebridad con el propósito de que asista a uno de sus eventos yse quede como imagen durante varias horas.
“Ahora te ofrecen productos a cambio de esto último y a míno me gusta trabajar por intercambio. Algo así como de: ‘ven ami evento y te damos un collar’. Muchas veces también he dichoque no porque los pagos son muy bajos, pero así es esto”,concluyó.
