Cada año se presenta el fenómeno climático conocido como canícula, que se caracteriza por la disminución en la cantidad de lluvias, el calentamiento del aire y cielo despejado, esto ente los meses de julio y agosto. El fenómeno se presenta especialmente en las regiones del centro, oriente y sur de México.
Según los pronósticos de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), la canícula podría presentarse en estados del noreste, en el pacífico en costas de Chiapas, Guerrero, Michoacán y Oaxaca, y con menor intensidad en estados del centro como la Ciudad de México, Estado de México, Guanajuato, Hidalgo, Morelos, Puebla, Querétaro y Tlaxcala; así como en Campeche, Quintana Roo, Veracruz, Tabasco y Yucatán.
En Chihuahua, Durango, Sinaloa y Sonora las lluvias se incrementan durante los meses de julio y agosto, debido a la presencia del Monzón de Norteamérica, por lo que la canícula no se percibe en estos estados.
La canícula se origina por el desplazamiento e intensificación de los sistemas de alta presión —conocidos también como anticiclones semipermanentes— del Pacífico y, principalmente, del Atlántico.
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Éste último se mueve hacia el Golfo de México y sus vientos, que circulan en el mismo sentido de las manecillas del reloj, inhiben la formación de nubosidad y lluvias en la región; cabe resaltar que esto no quiere decir que deje de llover por completo, ya que sólo disminuye el acumulado.
Con información de Ana Vacio
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