En una noche de solemnidad y respeto de Viernes Santo, el Centro Histórico de la capital zacatecana reunió a miles de espectadores en la Procesión del Silencio, una tradición que comparte la riqueza cultural del estado, pero también una manifestación de fe y de valor religioso.
En una representación de luto por la muerte de Jesucristo, en esta Semana Mayor, se vio desfilar a cientos de participantes –desde chicos y grandes- luciendo capuchas y túnicas en color negro, blanco y morado, además de monaguillos y damas vestidas a la usanza hebrea.
El contingente partió minutos después de las siete de la noche de la Calle Abasolo, hacia Juan de Tolosa, Genaro Codina, Fernando Villalpando, y avenidas Juárez e Hidalgo, en donde se observaron más de 10 imágenes religiosas, cargadas por costaleros, además de algunas cruces y estandartes de la parroquia de Jesús, del Perpetuo Socorro, Fátima, Santo Domingo, entre otros.
Figuras sacras y de amplio valor histórico, cultural y religioso como El Santo Encuentro y la imagen de Jesús Nazareno que se encuentra con la Virgen María, entre otras, que son representativas de los templos de Zacatecas, desfilaron bajo una velada de profundo respeto.
Al ritmo de los tambores de las diversas bandas de guerra y la asistencia de cofrades, la Procesión del Silencio fue vista por los de casa y turistas, una vez más, como una de las tradiciones más arraigadas y que, incluso, desde 2015, es parte de nuestro Patrimonio Cultural Inmaterial.
Amplia tradición
Al finalizar, la multitud se dirigió hacia la Catedral Basílica, en donde previamente se realizó una celebración litúrgica de la pasión del señor y un rosario de pésame a la Virgen María.
Cabe señalar que la Procesión del Silencio, completó su recorrido en el marco del trigésimo octavo Festival Cultural 2024 como una actividad arraigada por el pueblo mexicano desde 1550, y que hasta la fecha se mantiene vigente en Zacatecas.