Pide obispo de Zacatecas a fieles católicos calma y responsabilidad

Reconoció que el retorno a actividades religiosas requiere concientización

Juan Castro | El Sol de Zacatecas

  · lunes 15 de junio de 2020

“No tiren cohetes, no estamos para eso ahorita, no quemen pólvora, quisiéramos la fiesta, sí, pero que en esta ocasión la fiesta sea por dentro, que la fiesta sea por dentro", exhortó monseñor Sigifredo Noriega Barceló / Cortesía | Diócesis de Zacatecas

El obispo de la Diócesis de Zacatecas, Sigifredo Noriega Barceló, admitió que, al estar en semáforo naranja las celebraciones religiosas se pueden hacer hasta con un tercio de gente, pero pidió a la gente calma y mucha responsabilidad, por las presiones que se tienen de la ciudadanía por abrir ya, ante lo que advirtió que “los templos no serán foco de contagios”.

Noriega Barceló dijo que “hay estados en los que está el semáforo color naranja y se puede celebrar la eucaristía con gente enfrente, pero poca gente, una tercera parte y esto pide preparación, esto pide concientización, esto pide mucha responsabilidad”.

“No tiren cohetes, no estamos para eso ahorita, no quemen pólvora, quisiéramos la fiesta, sí, pero que en esta ocasión la fiesta sea por dentro, que la fiesta sea por dentro, que la fiesta sea la memoria del pueblo vivida interiormente, que la fiesta sea un canto de esperanza, si lo hacemos bien más pronto estaremos con menos restricciones y con más libertades”.

Indicó que esta semana es la solemnidad de Sagrado Corazón de Jesús el próximo viernes, solemnidad que le da un sabor muy especial al mes de junio.

Hay muchas comunidades para las que es la fiesta patronal, es la fiesta titular de la comunidad o de varias comunidades, hay que hacerlo, pero tranquilos. Hemos estado muy presionados los obispos, los sacerdotes, porque quieren que se celebre, pero no olviden que estamos en emergencia sanitaria, y en cuestiones emergencia no se puede hacer lo que se hacía.

Enfatizó que no solamente hay que tener paciencia, “hay que tener responsabilidad”.

“Se quisiera que ningún templo, ninguna congregación de gente fuera un foco de contagios, imagínense qué contrasentido, fueron al templo, fueron a misa y se contagiaron, sería un contrasentido”.