Durante el Foro “Justicia, Paz y Reconciliación” organizado por la Diócesis de Zacatecas, el magistrado presidente del Tribunal Superior de Justicia, Arturo Nahle García atribuyó el problema de la violencia que se vive en Zacatecas a la pérdida de valores y reconoció que “en buen parte los padres de familia son responsables”.
Al iniciar el foro que tuvo lugar en el Congreso del Estado, agregó que esta generación de padres está fallando en lo que respecta a la formación de los hijos: “Le hemos aflojado, somos una generación de padres más permisivos y pasalones”.
Previamente durante su conferencia se cuestionó: “En qué momento esto se complicó tanto, cómo es que hemos llegado al punto en el que andan perros con una cabeza humana en el hocico”.
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En el origen de parte de este fenómeno –expuso- están las conductas básicas de buen comportamiento y disciplina que se están dejando de inculcar en el hogar.
Sobre la normalización de la violencia, mencionó que ya es habitual tener una balacera en la tarde, otra en la mañana y una más en la noche: “En qué momento se pusieron de moda los homicidios, las decapitaciones, los colgados en los puentes peatonales, ya no digamos los secuestros y las extorsiones”.
Agregó que la violencia inhibe la inversión, el turismo, el empleo y el desarrollo, lo que se suma a los factores en contra que históricamente han vivido los zacatecanos, como la dispersión poblacional, la aridez y la falta de desarrollo industrial.
Estos factores han provocado desempleo, pobreza y migración, la mitad de la población se ha ido a Estados Unidos para buscar las oportunidades que no se encuentran aquí.
Destacó que el millón 600 mil habitantes de Zacatecas se encuentran sumamente dispersos en el enorme y árido territorio del estado, en cerca de cinco mil pequeñas comunidades, lo que representa un problema serio al tratarse de llevar servicios de educación, salud y seguridad.