El obispo de la Diócesis, Sigifredo Noriega Barceló opinó que es respetable la decisión de renunciar del Fiscal General de Justicia en el Estado de Zacatecas, Francisco Murillo Ruiseco, pues "es un cargo que difícilmente se puede soportar sanamente más de seis años y su salud se encontraba en riesgo".

Comentó que Murillo cumplió con un ciclo y que "ha hecho un buen trabajo en los últimos siete años en los que se desempeñó como procurador y después como fiscal, en los que le tocó atender problemas serios y con poco recurso económico".

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Enfatizó que el problema de la inseguridad y de la impunidad es grave, por lo que "no se deben escatimar los recursos para atender las necesidades de la fiscalía y aplicar la justicia, estar todos los días con tensión y la reducción de recursos, lo que para mí fue una mala señal”, dijo.

Manifestó que uno de los retos de quien quede al frente, ya sea mujer u hombre, será darle continuidad a los casos que se quedan pendientes, aunque hay personal capacitado y con experiencia, es un trabajo desgastante porque diariamente se enfrentan a situaciones negativas.