‘No somos sus enemigas’, así vivieron mujeres policías la marcha 8M el 2023

Integrantes de la Policía Estatal, piden a las activistas una movilización sin agresiones

Paola Covarrubias / El Sol de Zacatecas

  · viernes 8 de marzo de 2024

Oficiales de la policía comparten con El Sol de Zacatecas lo difícil que es para una mujer formar parte de las fuerzas de seguridad / Flor Castañeda / El Sol de Zacatecas

“No somos sus enemigas, todas somos mujeres”, expresó la suboficial Ramírez, una de las integrantes de la Policía Estatal Preventiva (PEP) que participaron en el operativo de seguridad implementado durante la última marcha del Día Internacional de la Mujer realizada en la ciudad de Zacatecas.

A unas horas de que se lleve a cabo otra movilización multitudinaria, ella junto a algunas de sus compañeras de corporación, hicieron un llamado para que durante la marcha no estalle la violencia y no ocurran agresiones como las que hace un año provocaron que, al menos seis uniformadas, fueran hospitalizadas.

Actualmente hay 245 mujeres en la Policía Estatal Preventiva, quienes representan sólo el 17% de sus mil 416 elementos. / Flor Castañeda / El Sol de Zacatecas

“Independientemente de que ellas estén en su lucha, no dejamos nosotras de ser mujeres y de estar cuidando su integridad”, enfatizó en entrevista para este medio.

Cuando el 8 de marzo del 2023, el contingente de cerca de 60 mil manifestantes llegó al centro histórico de Zacatecas, Ramírez vigilaba el perímetro de la catedral basílica, cuando recibió el llamado de apoyo de sus compañeras que se encontraban en la Plaza de Armas, donde estaban siendo agredidas.

“Yo lo que hice fue agarrarlas y llevarlas a que les dieran el servicio médico y auxiliarlas en lo que se podía, estar al pendiente que no se fueran a desmayar porque hubo muchas compañeras desmayadas, golpeadas”, recuerda.

También la suboficial, Villagrana, de la Policía Estatal se encontraba resguardando la Catedral cuando respondió al llamado de ayuda, sin imaginarse que al tratar de apoyar sus compañeras terminaría sufriendo lesiones que la pusieron al borde de la muerte, y cuya recuperación se prolongó durante meses en un hospital:

“Cuando llego a ayudar veo que tienen a una compañera de Metropol en medio de las mujeres y me metí por ella, es cuando recibí tres golpes con un martillo, uno en la frente, uno a un costado y otro en las suturas craneales traseras”.

Según le explicaron los médicos, “gracias a que se abrió el cráneo, el cerebro tuvo el espacio suficiente para la inflamación y desinflamación, sino hubiera caído en un coma, dejé de hablar 24 horas, dejé de mover la parte izquierda del cuerpo”.

Hilda, policía segunda de la misma corporación también atendió el llamado de apoyo: “cuando llegamos ya traían a dos compañeras, a una de ellas la habían golpeado con una patineta, a mí también me golpearon con latas y con los puños, hasta que nos ayudaron a salir de ahí y me trasladaron a urgencias (…) yo sólo tenía un esguince, un hombro lastimado entre otros golpes, gracias a Dios, no pasó a mayores”.

El reto de ser policía

Actualmente hay 245 mujeres en la Policía Estatal Preventiva, quienes representan sólo el 17% de sus mil 416 elementos. La misma proporción minoritaria de mujeres lo tienen las policías de Seguridad Vial, y de Investigación.

Ya recuperada de las graves lesiones que sufrió en la cabeza, la suboficial Villagrana habló de lo difícil que ha sido para ella y para sus compañeras poder formar parte de las fuerzas de seguridad: “ser mujer dentro de este tipo de corporaciones es una lucha que se ha dado por muchos años, estuvimos trabajando para ser elementos de tropa, nosotras buscamos trabajar, estar presentes en un lugar que anteriormente era sólo para hombres”.

Luego enfatizó: “Somos mujeres todas, seguimos todas en la lucha por ser visibles, por estar aquí y nos tenemos que apoyar indistintamente del color de nuestra ropa, el color de nuestro pañuelo, de nuestro uniforme, seguimos siendo mujeres y estamos para apoyarnos”.

La Suboficial Ramírez agregó que es complicado vigilar marchas como la del año pasado ya que tienen que mantenerse imparciales sin dejar de cumplir su trabajo: “se me hace muy hiriente que la lucha sea para las mujeres y que una mujer esté agrediendo a otra mujer solamente por estar ahí con un uniforme, resguardando un edificio”.

Espera que este viernes, sea como en las primeras marchas que iniciaron en el año 2017, cuando las feministas hasta integraban a las policías y les regalaban flores: “Yo pediría lo que ellas exigen: respeto, yo respeto su lucha y estoy ahí para apoyarlas en todo lo que pueda, que no me vean como una enemiga, porque no lo soy”.

Su compañera Hilda la secundó en el llamado a quienes marcharán: “Espero que nos vean como sus amigas y que todo salga bien este año”.


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