Fresnillo, Zac.- Bryan Ceballos, tiene muy claro que para darle lo mejor a su hija es trabajando, por lo que diariamente sale desde la comunidad Presa Leobardo y recorre 40 minutos de carretera, bajo un sol apremiante, para ir a la comunidad Buenavista de Trujillo a vender paletas.
El Paletero, como lo conocen sus clientes, dice que ante la falta de empleo decidió crear su propio negocio de venta de paletas de varios sabores.
El oficio lo aprendió cuando radicó en Guadalajara, Jalisco y decidió implementarlo en la comunidad La Presa Leobardo, lugar donde radica y donde no hay muchas ofertas laborales.
Bryan sale desde las ocho de la mañana de su casa, con la esperanza de vender todas las paletas de hielo acomoda en un carrito, con las ganancias que obtiene, mantiene a su hija.
El hombre no regresa hasta que se venda la última paleta, por lo que a veces ha llegado hasta las 10 de la noche a su hogar y, aunque esté cansado, tiene que preparar las paletas que venderá al día siguiente.