Río Grande, Zac.- En la Jurisdicción Sanitaria númerocuatro de Río Grande los casos atendidos de diabetes mellitusascienden 874; de hipertensión arterial mil 353 y deobesidad 539 en los centros de salud y van a la alza.
La cifra no es la totalidad de pacientes en los municipios,de Miguel Auza, Juan Aldama, Francisco R. Murguía, RíoGrande y Cañitas, ya que existen otras dependencias de saludcomo IMSS e ISSSTE en donde se atienden a otros pacientes.
Angélica García, responsable del programa del programa delAdulto y del Anciano, de la Jurisdicción Sanitaria número cuatro con sede Río Grande, afirmó que “todo lo que serefiere a las enfermedades crónico degenerativas van en aumento,relacionado a los hábitos alimenticios”.
“En cuanto son niños, tenemos el primer lugar mundial enobesidad y esto va muy a la par de los papás, que están consobrepeso y obesidad y van en aumento cada vez más, al igualnosotros como adultos vamos a la alza, lo que quiere decir que todaaquella persona tiene a cargo un menor, se alimenta de la mismacomida que el resto de la familia, ya que quien prepara losalimentos es papá o mamá”, destacó.
“Si el niño está obeso, lo más seguro es que venga depadres que llevan una alimentación incorrecta, que es el círculofamiliar, por lo que vamos a ver abuelitas obesas, mamá obesa ehijos obesos”, subrayó.
“El problema en sí, no es tanto que aumenten los casos deobesidad, sino, todas las consecuencias que están llevando comofactor de riesgo para otras enfermedades, y me refiero a ladiabetes e hipertensión”, destacó.
“Ahorita en nuestro país se creó un programa para abatir elsobrepeso y obesidad, se da otra enfermedad que es la diabetes.Si un menor tiene obesidad, en un futuro podría desarrollardiabetes. Se presentan casos en adolescentes, algo que no seveía hace quince años, ahora es una realidad, niños conproblemas cardíacos, relacionados a los hábitos dealimentación al exceso de alimentos calóricos, desde refrescos,jugos, alimentos procesados en cualquiera de suspresentaciones”, lamentó.
“Si estamos a la alza y repercute en los servicios de salud, no solo en el sistema económico de la familia, sino de todo elpaís, porque estas personas que tendrán factores de riesgos, deacuerdo a una mala alimentación, van a desarrollar la enfermedad ycomo no son controlados a tiempo y no son cambiados los hábitos dealimentación y actividad física se puede llegar hasta unaamputación por caso de gangrena e infartos en caso de lahipertensión”, subrayó.
“Las personas de 35 o 40 años y que tienen una vida endonde pueden hacer un trabajo y ser un sostén para su familia, conuna enfermedad, una amputación o un infarto no tendrán una vidalaboral y no serán partícipes en una economía, por lo quedisminuirán los ingresos familiares y, a la larga, llevará a un problema económico no solo en su casa, si no es unaproblemática que se genera en todo el país”, expuso.
“Es un problema de salud pública, debemos empezar en lacasa, con educación en los hábitos alimenticios. Hacerconciencia, no es nada agradable que a uno de nuestro hijos leamputen un pie como consecuencia de una diabetes malcontrolada”, aseveró.
Infortunadamente niños jugando en recreo se infartan por unaobesidad mórbida. Tenemos que cambiar la conciencia en la manerade alimentarnos, si se puede, porque éramos un país sano. Laeducación debe de empezar en casa”, finalizó.