“Cuando un país no es capaz de ofrecer oportunidades reales para que sus hijos puedan sentirse plenos en su propia patria, algo está fallando”, aseveró el sacerdote Aurelio Ponce durante la misa exequial en honor de Mayra Beltrán Frausto, la joven madre que murió en el interior de la caja de un tráiler en San Antonio, Texas, sin lograr hacer realidad su ilusión de llegar a Estados Unidos.
Este viernes los habitantes de Estancia de Ánimas, en el municipio de Villa González Ortega, Zacatecas se unieron más allá de credos para dar el último adiós a los tres jóvenes migrantes y sepultarlos.
Fernando Gallegos García y Javier Delgado Rodríguez, de religión cristiana, fueron despedidos por sus familiares y amigos, según sus tradiciones.
Los tres, fueron sepultados en el panteón de la comunidad… siguen compartiendo la tierra que los vio nacer.
Más allá de credos… la tristeza y frustración
En el templo de la comunidad, el sacerdote Aurelio Ponce ofició la misa exequial en honor de Mayra Beltrán Frausto, el lugar resultó insuficiente, por la presencia de familiares, amigos y el alcalde municipal, Ronald García.
Durante la homilía el sacerdote hizo hincapié en que “La muerte de estos hermanos nos hace ver la realidad que está ahí, de tantos migrantes que corren todos los riesgos para atravesar la frontera, a veces los olvidamos y la muerte de estos hermanos nos hace voltear a ver el sufrimiento, pena, corrupción y abuso, porque no se puede explicar de otra manera. Muchos quedan en el intento, como han quedado estos jóvenes hermanos nuestros".
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Exhortó a la población a elevar oraciones en memoria de Fernando Gallegos García y Javier Delgado Rodríguez, quienes, también eran despedidos según los rituales de la religión que profesaban.
El silencio reinaba en las calles del pueblo, como uniéndose al dolor de las familias, el toque de silencio de la banda de guerra, fue el llamado para que quienes se encontraban en sus viviendas salieran a despedir a los jóvenes migrantes.
El ‘sueño americano’ nos ha traído tragedia
En otro lugar de la comunidad, familiares y amigos se despidieron de Fernando y Javier, ahí, el pastor Abdiel Rocha recordó a los presentes la otra cara de la migración: “Aunque el sueño americano tiene que ver con democracia, igualdad y oportunidades, y aunque a la comunidad de Estancia de Ánimas ha traído beneficios, también existe el otro lado de la moneda en que algunas personas se van, no vuelven y abandonan a sus familias, lo que genera desintegración familiar y problemas de drogadicción en los jóvenes”.
El pastor pidió tener fe y ponerse en manos de Dios, al tiempo que reconoció que “el sueño americano a nosotros nos ha traído tragedia, para nosotros fue una cruda realidad", no obstante, aclaró que todo tiene su tiempo y aclaró que los jóvenes fallecidos ya cumplieron su cometido en este mundo.
Una de las familiares de Fernando, le refirió: "pues yo no creo que ya haya cumplido su cometido aquí con nosotros”.
"Doy gracias a Dios por el tiempo que me dejó a mi hijo"
Doña Bernarda, madre de Fernando Gallegos García mostró entereza en el camino al panteón, donde con profundo sentimiento tuvo palabras de agradecimiento:
"Doy las gracias a Dios por el tiempo que me dejó a mi hijo y se lo entrego ahora, porque sé que los hijos no son de nuestra propiedad y pido para que mi esposo pueda superar su partida".
Con profundo dolor recordó que su hijo habló con su esposo por teléfono para informarle que emigraría a Estados Unidos para juntar dinero y poder pagar un abogado y su fianza para que saliera de la cárcel, pues asegura que fue acusado injustamente y condenado a más de 30 años de cárcel.
La mujer aún guarda una esperanza y expresó su petición para que el Presidente de la República reabra el caso de su esposo.
En el panteón
Ya en el panteón el grupo de compañeras de Mayra, integrantes del equipo "Indians" lanzaban porras a su amiga y con la voz entrecortada y entre sollozos manifestaban: "Que la vengan a ver, Mayra es toda una reina para siempre".
Los familiares y amigos depositaron flores y el uniforme del equipo de Mayra en la tumba.
A partir de ese momento, las hijas de Mayra quedaron a cargo de su abuela.
Los familiares de Javier, también despidieron entre sollozos a su familiar, mientras que Fernando fue despedido entre cánticos de esperanza por parte de sus familiares.
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