Con gran cariño Jerez se despidió del padre Armando

Este fin de semana su cuerpo fue trasladado a la comunidad de Ermita de Guadalupe, de donde era originario

Ruth Soriano | El Sol de Zacatecas

  · lunes 23 de agosto de 2021

El sábado se ofició una misa en la cancha de usos múltiples de la comunidad, y fue concelabrada por varios sacerdotes, quienes recordaron con cariño al joven sacerdote, por su gran carisma y buen humor. / Cortesía | Diócesis de Zacatecas

Los feligreses católicos de la cabecera municipal de Jerez, Zacatecas y de la comunidad de Ermita de Guadalupe, se volcaron el pasado sábado para despedir al sacerdote Armando García Martínez, quien perdió la vida en un accidente en Mazatlán, Sinaloa el pasado miércoles.

El cuerpo del sacerdote arribó a la cabecera municipal de Jerez, la tarde del viernes, luego de que en el municipio de Guadalupe, en la parroquia del Rosario su último lugar de servicio, se ofreciera una misa de cuerpo presente.

En el bulevar Suave Patria, integrantes de grupos de oración y fieles católicos, así como conocidos del sacerdote recibieron a la carroza fúnebre con globos, flores, cantos y con lágrimas en los ojos para darle el último adiós, se permitió acercarse al féretro que estuvo por algunos minutos frente al monumento de la Virgen de La Soledad.

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Después la carroza partió a la comunidad de Ermita de Guadalupe, de donde era originario el padre Armando, ahí fue velado la noche de ese viernes y la madrugada del sábado.

El sábado se ofició una misa en la cancha de usos múltiples de la comunidad, y fue concelabrada por varios sacerdotes, quienes recordaron con cariño al joven sacerdote, por su gran carisma y buen humor.

Habitantes de la comunidad también recordaron a quien se caracterizó por ayudar a sus fieles y por su fortaleza de fe.

El sacerdote fue recordado por familiares y amigos durante la misa exequial oficiada en la cancha de usos múltiples en la comunidad de Ermita de Guadalupe de donde era originario / Cortesía | Diócesis de Zacatecas

Al concluir la misa, el cuerpo fue trasladado al panteón de la comunidad, donde fue sepultado con música de mariachi, porras y lágrimas de amigos y familiares.

Armando García Martínez se ordenó como sacerdote en el año 2002 y, nueve años después regresó a Jerez para hacerse cargo de la parroquia de San Francisco de Asís, en donde permaneció por seis años, posteriormente sirvió en la parroquia del Rosario en el municipio de Guadalupe, donde prestaba sus servicios hasta el día de su muerte.

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