La imagen monumental del Santo Niño de Atocha fue bendecida la tarde de este sábado por el obispo de Zacatecas, monseñor Sigifredo Noriega Barceló, después de la misa en honor del Santo Niño patrón de la comunidad de Plateros, en el municipio de Fresnillo, Zacatecas.
Monseñor Sigifredo Noriega Barceló celebró la misa de Navidad en el santuario del Santo Niño de Atocha, como anualmente lo realiza y durante su homilía el pastor de la feligresía católica exhortó a mantener viva la llama de la fe y la esperanza en momentos tan complicados que vive la entidad.
Exhortó a los creyentes a mantener firme en los valores y ser comprensivos con el prójimo a fin de lograr la paz anhelada en este territorio.
Dio la bienvenida a los peregrinos que arribaron al lugar pidiendo la gracia y bendiciones del Santo Niño de Atocha.
Al término de la celebración litúrgica el obispo, acompañado por el rector del templo de Plateros, monseñor Antonio Soto y del alcalde de Fresnillo, Saúl Monreal Ávila, abordó un autobús turístico que los trasladó al cerro de la Santa Cruz, donde se encuentra la imagen gigante del Santo Niño de Atocha, de siete metros de altura y donde se pretende desarrollar un complejo turístico.
Durante el recorrido, un guía de turistas explicó el origen de la comunidad de Plateros, originalmente llamada San Demetrio y su santuario en donde era venerado el Santo Cristo de los Plateros, que ahora se encuentra en un templo ubicado en el cerro justo frente al santuario del Santo Niño de Atocha.
La devoción al Santo Niño de Atocha
El Santo Niño de Atocha originalmente se encontraba en el brazo izquierdo de la Virgen de Atocha, que fue donada por el marqués de Aguayo a la comunidad de San Demetrio, fue en 1829 cuando, según escritos de la época el Santo Niño realizó “un portentoso milagro” que su devoción tomó enormes dimensiones, hasta la actualidad.
Según registros históricos, el 21 de diciembre de 1886 la imagen del niño fue separada de la Virgen.
La imagen monumental del Santo Niño de Atocha
Los artesanos se basaron en la imagen tradicional del Santo Niño al estilo flamenco, con los accesorios de su bastón y su sombrero.
La imagen mide 7.1 metros de alto y 3.5 metros de ancho.
La escultura se realizó con fibra de vidrio y resina, que son más resistentes al medio ambiente y fue pintado con solventes resistes a los rayos ultravioleta, para su traslado se dividió en siete partes para facilitar su embalaje y se utilizaron dos camiones de 12 metros de largo para su traslado desde el taller ubicado en Iztapalapa en la Ciudad de México a Plateros, en Fresnillo, Zacatecas.
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