El Santo Niño de Atocha es venerado en la comunidad de Plateros, perteneciente al municipio de Fresnillo, Zacatecas, el templo en el que se venera es considerado el tercero en importancia en nuestro país, pues ahí acuden devotos de todo el mundo para saludar, agradecer y pedir favores a la imagen infante de Jesús.
Este año, en el que el mundo cruza por una pandemia su festejo no se detuvo, pues se ofició una misa en su honor el 25 de diciembre, fue diferente porque hubo menos gente y la celebración litúrgica se realizó al aire libre en el atrio del templo.
La ropa que este año lució el Santo Niño fue elaborada por monjas enclaustradas de la Ciudad de México, según explica el rector del templo, monseñor Antonio Soto, quien en total encierro vistió la imagen venerada para su celebración.
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Primero se le quitan los ornatos que porta: la canasta de pan (que representa el amor providencial) que en su interior tiene una medalla de oro que dejó un devoto en agradecimiento por un milagro recibido; después de le quita el bastón (que representa a los peregrinos), hay testimonios que aseguran que el Santo Niño camina y les acompaña; después se le levanta de la silla en la que está sentado, para después despojarlo de su sombrero (que además tiene cabello regalado por los devotos), después de le quita completamente su vestimenta.
La labor es realizada con sumo cariño y veneración por parte del sacerdote rector.
Así, se le coloca la nueva vestimenta, exquisitamente bordada, siempre su vestimenta lleva al frente las iniciales JHS (Jesús Hominum Salvator-Jesus "Jesús Salvador de los Hombres").
Una imagen muy venerada
La imagen del Santo Niño de Atocha tomó relevancia luego de un milagro ocurrido en 1829.
Originalmente el Niño se encontraba en el brazo izquierdo de la imagen de la Virgen de Atocha, donada por el Marqués de Aguayo a Plateros, por eso la imagen aún conserva el agujero en donde el Niño estaba atornillado.
Augusto Isunza Escoto, antiguo cronista de la ciudad de Fresnillo sostiene que la imagen original del Santo Niño de Atocha se extravió, por lo que se realizó otra del mismo tamaño, que es el que actualmente se venera.
Sus ornamentos
El Santo Niño de Atocha lleva en su mano derecha un báculo del cual pende un pequeño guaje, como el que acostumbraban llevar antiguamente los peregrinos, en su mano izquierda lleva una pequeña canasta, su rostro infantil es moreno y vivaz y su cabellera es larga terminada en rizos y lleva a demás un sombrero ribeteado en oro.