Este miércoles, alumnas y alumnos de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ) se unieron a la conmemoración nacional del 56 aniversario de la masacre del 2 de octubre en Tlatelolco, Ciudad de México. La manifestación pacífica recorrió las principales calles de la capital zacatecana, donde los estudiantes recordaron a las víctimas de la represión del gobierno mexicano en 1968, exigiendo justicia y derechos sociales.
El contingente fue encabezado por el Frente de Estudiantes Zacatecanos Unidos (FEZU), cuyos integrantes portaban pancartas con consignas como “Ni perdón ni olvido. Díaz Ordaz, asesino” y “La educación no se vende, se defiende”.
La marcha comenzó en la Unidad Académica de Ingeniería de la UAZ y avanzó por el bulevar Adolfo López Mateos, bajo gritos de “2 de octubre no se olvida” y “¿Por qué nos asesinan si somos la esperanza de América Latina?”, en clara alusión al histórico reclamo social que continúa vigente.
Los estudiantes, vestidos de negro en señal de luto, realizaron su recorrido acompañados por dos patrullas de la Policía Vial, que escoltaron el contingente mientras atravesaba las Avenidas Benito Juárez, González Ortega y la Avenida Hidalgo. Al llegar a su destino en la Plaza de Armas, se encontraron con el Palacio de Gobierno protegido por láminas de acero, lo que no impidió que pegaran carteles con sus demandas y recordatorios del pasado.
Durante el mitin, Margarita Ramos, una de las oradoras y representante del FEZU, resaltó la importancia de mantener viva la memoria de los acontecimientos de 1968. “Esta marcha es para que los crímenes como los de Tlatelolco no se olviden y no vuelvan a suceder en México”, afirmó. Asimismo, Ramos exigió que al menos un 8% del presupuesto federal se destine a garantizar la gratuidad de la educación, enfatizando que “la educación es un derecho, no un privilegio”.
José Alexander Rodríguez, otro de los voceros estudiantiles, abordó temas como la falta de oportunidades laborales en Zacatecas, así como la creciente inseguridad que afecta la vida diaria de los jóvenes. “Vivimos con miedo, sin saber si mañana tendremos una oportunidad de trabajo o si la violencia nos alcanzará”, lamentó.
La marcha concluyó sin incidentes.