"Los niños invisibles"... el desprendimiento

Cuando un menor queda en custodia de algún familiar, en ocasiones ya no son tan usuales las visitas al centro penitenciario para ver a su madre

Karla Zapata

  · miércoles 26 de septiembre de 2018

Cuando un menor queda en custodia de algún familiar, en ocasiones ya no son tan usuales las visitas al centro penitenciario para ver a su madre / Osvaldo Martínez

Manuel David Pérez Navarrete, procurador de Protección a Niñas, Niños, Adolescentes y Familia, comentó que se han gestionado diferentes acciones en beneficio de las mujeres privadas de su libertad específicamente en trámites administrativos, registro de los menores y acercamiento con familiares, con lo que se busca otorgar una primera atención.

Cuentan con el protocolo de ingreso de las niñas o niños que vivan con su madre privada de la libertad, así como con el protocolo temporal o definitivo, agregando que la mayoría de las mujeres han dado a luz siendo ya procesadas.

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A las madres se les brinda preparación psicológica, emocional y de acompañamiento para tener un desprendimiento de su hijo, es importante que este mismo desprendimiento exista también por parte de las niñas y niños.

“No hay madre que esté en las mejores condiciones para serlo, el hecho de que la mamá haya cometido un delito grave, pudo haber sido una buena madre” / Osvaldo Martínez

Respecto a las primeras recomendaciones, Pérez Navarrete, especificó que en caso que la madre tenga familia es necesario que durante los días de visita puedan tener un mayor acercamiento con el menor aparte de con su madre “atendiendo a que ellos van a ser los posibles familiares para esta reintegración”.

En este sentido, refirió que se debe valorar a cada familiar antes que alguno de los niños quede bajo su custodia “que al momento de ser reintegrados tengamos la certeza de que nosotros estamos participando con algún tipo de estudio socioeconómico, valoración psicológica, valoración de trabajo social, en donde sabemos que el niño va a estar bien”.

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“Al estar sentenciadas, que desafortunadamente la mayoría están por delitos graves”, la Procuraduría tiene un acercamiento para poder tramitar una custodia y con ello garantizar jurídicamente a la familia que tenga al niño o a la niña, el acceso a todos los servicios y darles seguimiento.

Señaló que cuando un menor queda en custodia de algún familiar, en ocasiones ya no son tan usuales las visitas al centro penitenciario para ver a su madre “no es fácil saber en este crecimiento de madurez que tienes, el por qué tu mamá está ahí”, mencionando que se han dado casos en que los familiares no saben de qué manera tratar el tema con el infante para hacer de su conocimiento que su madre es una persona privada de la libertad (PPL).

Sin embargo, este tipo de circunstancias pueden llegar a presentar algunos problemas psicológicos en las madres al no tener conocimiento de cómo se encuentran sus hijos, ante esto la Procuraduría podrá intervenir y dar un seguimiento puntual al menor conforme a su crecimiento.

En caso de que el menor cumpla tres años de edad y no exista un familiar directo que se quede bajo su custodia la opción es que las y los niños vivan en un centro asistencial dependiente de la Procuraduría de Protección a Niñas, Niños, Adolescentes y Familia del DIF Zacatecas “les corresponde casa cuna y el Estado absorbe la responsabilidad de tener bajo su cuidado a estas niñas, niños”.

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Los filtros para las solicitudes de adopción son altamente rigurosas, las personas que se encuentran bajo el registro se encuentran plenamente convencidos de ser padres, personas que conocen el origen de cada niño y que además obtienen un certificado de unidad que demuestra que a revisión de todas sus solicitudes, valoraciones y estudios se determina que son personas idóneas para la adoptabilidad “no sólo el origen de una mamá que está condenada o sentenciada” pues aquí existen menores que han sido maltratados o abusados sexualmente.

Estricto control del embarazo

Actualmente se tiene el registro de cien personas privadas de su libertad (PPL) al interior del Centro Estatal de Reinserción Social Femenil de Zacatecas, siete de ellas son madres (una mujer con un par de cuatitas), informó la directora Rosa Martha Vázquez Félix.

Aunque los ingresos mensuales son variados, usualmente cada trimestre se tiene un ingreso de tres mujeres, y debido al proceso de certificación con estándares internacionales por parte de la Asociación de Correccionales de América (ACA), es que se cumple al cien por ciento con los estándares que se requieren para adquirir esta categoría y ser además el primero en el estado.

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En este sentido el personal se encuentra altamente capacitado con base en el manejo de las PPL, indicando que lo que se trata de reforzar día a día es una buena convivencia como compañeras, aunque el área de psicología ha sido un gran apoyo para que “se enseñen a sobrellevar su situación de cada una”.

Este año uno de los menores cumplirá los tres años por lo que tendrá que alejarse de su madre / Osvaldo Martínez

Se trabaja para que las mujeres puedan lograr una reinserción de la mano con talleres de bisutería, hilado y costura, que les brindan la oportunidad de desarrollar actividades laborales; pero además tienen si así lo deciden pueden cursar su nivel de educación básica y media superior, con el apoyo del área de pedagogía.

Aquí se están elaborando las chamarras que año con año de inicio escolar Gobierno del Estado otorga a las escuelas públicas, aquí se hace la gran parte de elaboración de esta chamarra, comenzaremos con la elaboración de faldas escolares.

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A la fecha son ocho menores los que viven en el centro, la mayoría ingresa “ya embarazadas, algunas con inicio de embarazo, otras con el embarazo muy avanzado”, aunque esta estadística pronto aumentará a nueve menores pues una de las PPL se encuentra con 35 Semanas de Gestación.

Se tiene un estricto control con el embarazo de cada mujer, al acercarse la fecha probable de parto son llevadas al Hospital de la Mujer Zacatecana, lugar en el que son atendidas y dan a luz.

En caso que el bebé tenga alguna indicación al momento de nacer y tenga que ser llevado a pediatría se le da el debido seguimiento “la enfermera se hace cargo del bebé siguiendo nosotros el protocolo de atención médica y de traslado”, asimismo se tiene la cartilla de vacunación correspondiente de cada niño o niña por parte del área de enfermería.

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Este año uno de los menores cumplirá los tres años por lo que tendrá que alejarse de su madre “pero ya la mamá y el área de psicología lo están trabajando y alternando con la abuela materna, sale ocho días y otros ocho días se queda aquí”.

“Si la PPL no tuviera un familiar directo aquí en el estado interviene la Procuraduría de la Defensa del Menor”.

Y en razón a los estándares internacionales fue creada una estancia infantil al interior del centro, “ellas mismas se encargaron de pintarla, de acondicionarla y de diseñarla”.

Estimulación temprana

La Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ) implementa actividades de estimulación temprana con los menores por parte de de la Licenciatura de Psicología, trabajando un día por semana en estimulación psicomotora y lúdicas.

Toda madre cuando tiene un hijo nunca piensa cuando ya no lo va a tener, ya sea físicamente o con una convivencia día a día, pero en el caso de las madres que se encuentran en un reclusorio ellas saben cuál va a ser la condición.

María del Rosario Martínez Flores coordinadora de la Unidad Académica de Psicología del Campus Jalpa de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), refirió que uno de los puntos primordiales a tratar es preparar a la madre para el desprendimiento, “porque finalmente se va a preparar a un duelo, una separación”.

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En ocasiones y aunque para muchas personas pudiera ser sencillo juzgar el actuar de una mujer que se encuentra privada de la libertad y ver algún tipo rechazo hacia su hijo, puede ser, indicó, que no tenga que ver necesariamente con que no lo quiere, sino que sea una manera de protección, de los 0 a los tres años es importante la motricidad, el lenguaje, el desarrollo neurológico.

Algunos de los niños y niñas que pueden llegar a vivir en alguna casa cuna, son por lo regular excluidos por la sociedad “¿qué hace la sociedad?, los rechazan porque saben que son niños sin familia, que son niños sin papás, y que en algunos casos llegan a saber que son hijos de personas que están en el reclusorio, la sociedad no los quiere integrar”.

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Dijo que, si en algún momento la madre llegó a cometer un delito grave, como sociedad se tuvo que fallar en algo, por tanto es un asunto de corresponsabilidad, y que en vez de rechazar a este menor, busquemos las mejores condiciones para integrarlo.

“No hay madre que esté en las mejores condiciones para serlo, el hecho de que la mamá haya cometido un delito grave, pudo haber sido una buena madre”, finalizó.

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