Las denominadas “granjas de bebés”, involucran a niñas y niños; refieren a la desaparición de mujeres en edad reproductiva, a quienes embarazan y tienen cautivas durante el tiempo de gestación. Luego del parto “el negocio es vender a sus hijos e hijas”.
Después de un corto periodo de recuperación para las mujeres “vuelven a embarazarlas, así como se hace con la crianza de perritos, con la crianza de chivas, vacas, convierten los cuerpos de las mujeres en objetos de venta, en un negocio lucrativo para estos grupos tan organizados”.
Los bebés se convierten en un negocio, lo cual hace que las mujeres jóvenes estén en peligro de desaparición, cuya finalidad es altamente lucrativa, señaló María Luisa Sosa de la Torre, presidenta de la coordinación feminista Olimpia de Gouges.
Esta es una realidad poco estudiada, pues se vive desde la clandestinidad en todo el país, incluido el estado de Zacatecas, en donde años atrás fue localizado uno de estos centros en una comunidad perteneciente al municipio de Guadalupe la cual fue desarticulada; sin embargo, esto no quiere decir que no existan más instaladas, la realidad es que poco se puede o se quiere hablar de todo el horror por el que las mujeres pasan.
Las mujeres en edad reproductiva son desaparecidas del ámbito social, se las llevan a un espacio en donde estarán excluidas y recluidas, sin que nadie se dé cuenta, generando condiciones para la explotación de sus cuerpos y de su maternidad.
“Aquí ya ha pasado y estas historias existen”
En ocasiones, puede resultar “prácticamente imposible” poder dar seguimiento a estas desapariciones en cualquiera de sus momentos: el enganche, la sustracción, el traslado, la radicación (en donde las mujeres son explotadas ya que de manera institucional existe muy poca comprensión del fenómeno de trata, así como del fenómeno de desaparición, pero además se mantiene una debilidad institucional al no contar con los elementos necesarios o no ser eficientes con los que se cuenta, como el Protocolo Alba y la Alerta Amber.
Aunque se han agilizado los tiempos para emitir una ficha de búsqueda “es compleja su operatividad, su difusión inmediata y poder generar controles como retenes para que no saquen en vehículo a las personas”.
La desaparición de personas en Zacatecas va al alza, sostuvo la activista, en su mayoría son niñas de 13 a 16 años a quienes privan de su libertad, detrás de ello existe la trata de personas, un negocio que también ha ido en aumento.
En el caso de la venta de drogas, estas se venden una vez, así como las armas; sin embargo, los cuerpos de las niñas y de las mujeres los pueden vender un sinfín de ocasiones cada día; son explotadas a jornadas extenuantes en donde la riqueza que se produce es grande.
Los feminicidios…
Con relación a las muertes violentas en contra de las niñas y las mujeres, destacó que no se observa que los delitos a nivel federal vayan a la baja, al menos, en la entidad “hemos estado en los primeros lugares en el tema de homicidio doloso y en feminicidios, si seguimos con esta tendencia, la cifra será mayor de lo que fue el año anterior”.
El 2020 y 2021 cerraron con diez feminicidios cada uno; durante el primer cuatrimestre de este 2022, la cifra ya rebasó pues tienen en registro seis feminicidios. “Este es uno de los años más violentos en Zacatecas”.
Sosa de la Torre, destacó que en muchos de los casos de feminicidios, se encuentran presente el uso de arma (cualquier tipo) detrás de ello existe una situación de violencia sexual, en ocasiones extrema y en algunos casos mutilación de algunas partes del cuerpo “es un odio exacerbado”.
Destacó que en diversos casos de violencia sexual en contra de niñas y mujeres desaparecidas, no existe una situación de lívido o deseo sexual, sino que prevalece una condición de poder.
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