La Iglesia Católica en México iniciará este año un novenario y llevará a cabo diversas actividades hasta el año 2033, conmemorando así el segundo milenio de la Muerte y Resurrección de Jesucristo. El obispo de Zacatecas, Sigifredo Noriega Barceló, hizo un llamado a los creyentes para que continúen la misión de la iglesia, que es ser portavoces del Evangelio.
Durante la misa del tercer Domingo de Pascua, el obispo Noriega Barceló destacó que, desde el bautismo, los católicos son enviados e invitados a cumplir esta misión. Enfatizó que este proyecto ambicioso de nueve años tiene como objetivo despertar la conciencia de que todos aquellos que han recibido el sacramento del bautismo deben ser testigos y colaboradores de Jesús.
En cada diócesis se organizarán actividades específicas. En el caso de Zacatecas, la próxima semana será intensa, con diversas actividades para profundizar en el llamado de Dios y en la fe cristiana.
Durante su sermón, el obispo pidió: “Quédate con nosotros, Señor, ante las diferentes situaciones personales, familiares y nacionales que estamos viviendo”. Hizo hincapié en que el testimonio es un lenguaje universal que cualquier persona puede transmitir y escuchar.
Recordó a los feligreses que la Iglesia es su "cenáculo", donde encuentran a Jesús y viven la experiencia de los primeros discípulos. Les instó diciendo: “Ustedes son mis testigos, vayan a donde tengan que ir e irradien el evangelio”.
Este compromiso de nueve años representa un llamado a la acción y a la fe para todos los creyentes católicos en México, recordándoles su papel vital como mensajeros del evangelio en un mundo en constante necesidad de esperanza y amor cristiano.