El obispo de Zacatecas, Sigifredo Noriega Barceló opinó que los recientes homicidios de parientes de la familia Monreal Ávila “son un mensaje a los gobernantes y a la ciudadanía”, de parte de “la delincuencia que quiere el poder”.
“A mi forma de ver, es una forma de decir: yo mando aquí, estamos aquí, somos más fuertes que ustedes”, declaró este domingo en conferencia de prensa.
Tras los asesinatos de un sobrino del gobernador, David Monreal, y de un cuñado del senador Ricardo Monreal, ocurridos en la ciudad de Fresnillo, el obispo declaró: “Los muy lamentables hechos han venido a detener de alguna manera, a cimbrarnos, casi casi a ponernos otra vez en estado de guardia, como diciendo: ¿Es posible la paz?”.
Incluso consideró que estos actos de violencia “nos ha hecho cuestionar si lo que estamos haciendo es suficiente”.
Sigifredo Noriega insistió en que “lo que busca esa gente es el poder económico, político, territorial; un Estado sobre el Estado”.
Por otro lado, mencionó que esos homicidios podrían deberse a que los grupos delincuenciales “fueron tocados por las nuevas detenciones o puede ser un aviso de que van por más”.
El obispo reconoció que ello incluso, puede ser una señal de que “no es suficiente todavía” lo que se está haciendo en acciones de pacificación: “tenemos que estar unidos en una sola estrategia que nos lleve a recuperar el ambiente, la confianza, el que sí podemos vivir en paz”.
Informó que la Diócesis de Zacatecas se ha sumado al llamado del gobierno del estado para la construcción de paz, pues es necesario que se sumen todos los sectores, aunque aclaró estar en desacuerdo en la estrategia del gobierno federal de “abrazos y no balazos”.