"Experiencia interesante" reunión de obispos con candidatos: Sigifredo

“Nos fijamos más en el político, en el hombre, en el ser humano como político y qué está dispuesto a proponer para un México mejor”, dijo el obispo de la Diócesis de Zacatecas

Juan Castro

  · domingo 15 de abril de 2018

El Obispo de Zacatecas, monseñor Sigifredo Noriega Barceló, participó en la 105 Asamblea de la Conferencia del Episcopado Mexicano.

Zacatecas, Zac.- “Nos fijamos más en el político, en el hombre, en el ser humano como político y qué está dispuesto a proponer para un México mejor”, dijo el obispo de la Diócesis de Zacatecas, Sigifredo Noriega Barceló, tras el encuentro que sostuvo la Asamblea Episcopal con los candidatos a la Presidencia de México.

Fue una experiencia muy interesante porque se buscaba escuchar las propuestas de cada uno de los candidatos en relación con el país

Las preguntas, lo que atañe directamente a la responsabilidad como pastores, porque se sabe que no se puede entrar a políticas partidistas, pero son los mismos fieles los que requieren nuestra atención.

El obispo de Zacatecas consideró “Muy amables, muy respetuosos todos los candidatos, de la misma manera los obispos”.

En eso consistió la Asamblea número 105 en la historia de la Conferencia Episcopal.

Explicó que “yo tenía atadas las manos porque me encomendaron hacer las preguntas, tenía 12 minutos para hacerlo y las elaboramos a partir de las propuestas de los mismos señores obispos, a mí me tocó organizarlas temáticamente y exponerlas en el momento”.

Las preguntas iban fundamentalmente sobre la persona del candidato, su visión de la vida, su visión de la política, “nos fijamos más en el político, en el hombre, en el ser humano como político y qué está dispuesto a proponer para un México mejor”.

La otra pregunta era acerca de su confesión de fe, respetando todas las confesiones, pero su confesión de fe cómo iba a iluminar su ejercicio gubernamental, porque se sabe que los problemas más fuertes de México miran a la corrupción, a la impunidad, a la ilegalidad y todo lo que esto trae consigo.

La intención era esa, cómo va a influir su fe para un buen gobierno y un gobierno que de verdad promueva los valores de la convivencia, los valores humanos en la economía, los valores humanos ante la libertad y las libertades.

Una última pregunta iba hacia el final, y no se quiso usar el término ganadores y perdedores, sino el que tenga más votos, cómo va a incluir al que tenga menos votos, si hay una visión de bien común para el país, “es obvio que si pierdes, que si vas a ser el perdedor, no vas a terminar como enemigo o como alguien que detiene el crecimiento o el desarrollo”.

Fundamentalmente por ahí iban las preguntas, el elemento humano y el elemento propositivo, sin bajar a cuestiones de tipo técnico.