Zacatecas, Zac.- Los grupos “antivacunas” han provocado quecada vez sean más los padres que se rehúsan a que sus hijos seanvacunados.

La responsable del Programa Estatal de Vacunación, MaríaSoledad Ramírez Olvera informó que alrededor del 7 por ciento dela población es considerada “renuente” a participar en losprogramas de la Secretaría que así, buscan prevenirenfermedades.

En pleno desarrollo de la Semana Nacional de Salud, lafuncionaria dijo que cuesta más trabajo alcanzar las metas debidoa los comentarios negativos de quienes consideran peligrosos estosmétodos que evitan la propagación de infecciones.

El acceso a las redes sociales facilitó a los activistasdivulgar información errónea, aunque la funcionaria aclaró queno se han identificado grupos antivacunas formalmente organizadosen Zacatecas.

“Cuando empiezan a transmitir el mensaje negativo y tratan deconvencer a otros padres para que no vacunen a sus hijos, se noscrean grandes problemas porque se complica alcanzar la cobertura(…) nos cuesta más trabajo”, afirmó.

Los miles de personas que participan en los programas fijos devacunación, así como en las campañas especiales, se venobligados a insistir entre los padres para convencerlos de quetodas las vacunas son seguras y eficaces.

Para evitar brotes, se requiere vacunar a por lo menos el 95 porciento de los niños, con lo que se logra la “inmunidadcolectiva”, pues cuando la mayoría es inmune a enfermedades comola poliomielitis o la influenza, el virus “toca la puerta” perono hay réplicas en la población general.

Efectos secundarios “normales”

Una de las preocupaciones de los padres son los efectossecundarios. Ramírez Olvera explicó que son normales lasreacciones luego de suministrar dosis de algunos biológicos quehoy forman parte de los esquemas de vacunación.

“Cuando aplicamos una vacuna, estamos simulando la enfermedaden ese cuerpo, pero de manera controlada, muy diferente a cuando elmicroorganismo se contrae en su forma salvaje; las vacunas estánelaboradas con bacterias o virus sin la capacidad de producirdaño”, agregó.

Las vacunas más rechazadas son las inyectadas, como laantiinfluenza, a la que se relaciona con dolor en el sitio deaplicación y algunos cuadros respiratorios como tos y malestargeneral.

Dichas reacciones provocan que la gente incluso condicione suaplicación: “A veces hasta tenemos que llegar en el día que nossugieren los papás, si vamos a la casa los viernes, nos dicen queno porque el fin de semana van a tener una fiesta y el niño se vaa poner irritable”.

Este fue el obstáculo para cubrir a toda la población menor dedos años de edad, la cual requiere dos dosis; a pocos días de queconcluya la temporada, aun faltaba el 20 por ciento.

“Cuando les pedimos que se la apliquen, las mamás nos dicenque les aconsejen que no porque les da fiebre”, lamentó.

Es por el bienestar de los hijos

Este problema es menos común en las vacunas tomadas como laSabin que es mejor aceptada y prácticamente no tiene efectossecundarios.

Aplicar más de 140 mil dosis de dicha vacuna que protege contrala poliomielitis a niños menores de 5 años, es la meta central dela actual Semana Nacional de Salud.

Durante el arranque oficial de la campaña que este viernesconcluye, el secretario de Salud, Gilberto Breña Cantú hizo unllamado a los padres de familia para que permitan que sus hijossean vacunados y queden protegidos en contra de enfermedades quepueden ser muy graves.

Se busca abarcar cinco mil localidades del estado, dondeademás de la Sabin se contempla aplicar 54 mil dosis de las demásvacunas del esquema básico, como sarampión, paperas, tosferina ydifteria.

“Aquí es más que nada la invitación a las madres defamilia, a los cuidadores de menores de cinco años, sobre elbeneficio que se le ofrece a los pequeños con el esquema completode las vacunas”, insistió la funcionaria.