Luego de la lectura del dictamen por los diputados de la LXIII Legislatura del Estado, este miércoles se vota el matrimonio igualitario en el estado de Zacatecas, en sesión que se desarrolla en el pleno legislativo.
De no aprobarse, grupos colectivos acudirían ante la SCJN
Antes de la sesión para discutir y, en su caso, aprobar la iniciativa de matrimonios igualitarios en Zacatecas, integrantes de colectivos de la diversidad sexual señalaron que, de ser rechazado el dictamen, acudirán a la Suprema Corte de Justicia de la Nación y hasta a instancias internacionales para hacer valer sus derechos.
La activista María Luisa Sosa de la Torre indicó que la lectura del dictamen ya hizo el pasado martes un día histórico, ya que por primera vez en Zacatecas se avanzó y se avanzó de manera contundente hacia la legalidad, ya no se está en la indefensión.
Se puede sacar un proceso jurídico, sin embargo, dijeron estar convencidos que van a ser respetuosos de la decisión que tome cada uno de los diputados.
Dijeron tener la esperanza de que la decisión sea apegada a derecho, respetuosa del estado laico.
“Estamos preparados para cualquier panorama que se pueda dar, ya hemos estado en un trabajo muy arduo y hoy venimos a pronunciarnos nuevamente para que este trabajo que se da en la Legislatura tenga un reflejo positivo”.
Los diputados tendrán que optar por hacer un acto de justicia con las y los integrantes de la comunidad y votar a favor el dictamen que sustancialmente reforma el artículo 100 del Código Familiar para el Estado de Zacatecas, en materia de matrimonio civil igualitario.
O bien, se distanciarán de la ética y la legalidad, siguiendo las presiones que se han generado, no sólo desde el Gobierno del Estado y desde ámbitos de poder supragubernamental, sino peligrosamente cediendo el poder del estado a los grupos religiosos y ultraconservadores.
La principal característica es rescatar las diferencias que distinguen como sociedad y sobre esa base denigrar, excluir y negar derechos a otros seres humanos, personas, ciudadanas y ciudadanos.
Los colectivos de la comunidad y sus aliados, el movimiento feminista, saben que la moneda está en el aire, y saben que la decisión que tome la Legislatura en pleno y cada diputado en lo particular generará efectos legales y sociales profundamente diferentes, si es en sentido positivo o en sentido negativo.
Lo que subyace en el fondo es la lucha por la condición de personas, de ciudadanía, de libertad y de si se tiene derecho a tener derechos humanos.
Los efectos que se advierten son: de aprobarse, se volverá al cauce de la legalidad porque el artículo 100 de la Constitución del Estado es inconstitucional, ya que contradice la Carta Magna, además de que viola el marco de derechos humanos que nos rige, reformarlo es un acto de justicia y de apego a la ley.
No adecuar la ley generará un acto de discriminación y vulneración de derechos, ya que la redacción inicial del artículo en comento fue un acto fortuito para esta generación y corresponde a otra época de la historia.
Hoy, afortunadamente, las condiciones jurídicas y sociales han cambiado, las parejas del mismo sexo existen, cohabitan y no requieren el permiso de nadie para amarse, pero tienen derecho a que se proteja esa unión y a recibir los beneficios de esa protección, exactamente igual que las parejas heterosexuales.
Votar a favor del dictamen significa, en un solo acto, mantener vigente el Estado de Derecho, hacer evidente la división de Poderes en la entidad zacatecana, el respeto irrestricto al estado laico, dejar en claro que la Legislatura está acatando su obligación de respetar, promover y garantizar los derechos humanos para todas las personas y acabar con la violencia institucional y la violencia de Estado que se ha generado desde el Poder Ejecutivo y desde el Poder Legislativo en contra de la comunidad de la diversidad sexual.