En la Universidad del Bienestar Benito Juárez, ubicada en el municipio General Pánfilo Natera, Zacatecas, existe un nivel de deserción estudiantil de cerca del 80 por ciento, provocado principalmente por la falta de maestros según denunciaron alumnos del plantel que abrió sus puertas hace cerca de cinco años.
De acuerdo con múltiples testimonios de alumnos y de egresados, el aspecto académico de la Universidad está en el abandono, pues tras un recorte de personal, llegaron a contar con sólo tres maestros para impartir clases a 75 estudiantes de las dos carreras en activo.
El déficit de docentes y problemas administrativos del plantel, han influido en que ninguno de los 15 egresados de la primera generación se haya podido titular, mientras que los integrantes de la segunda generación que ya debieron concluir todo el programa, aún “deben materias”.
A pesar de las carencias que ya afectaban a la única carrera que se ofertaba en plantel desde su inauguración (Ingeniería en Procesos Agroalimentarios) este año abrió la licenciatura en Medicina Integral y Salud Comunitaria.
“Ahora la situación empeoró porque acaban de meter la carrera de Medicina y no hay maestros y nuestros maestros están apoyando a los de Medicina", comentó Marina Flores Aguilar, estudiante de quinto semestre de la Ingeniería, cuya generación inició con 40 alumnos de los cuales, hasta el mes de septiembre, sólo quedaban seis.
“Tenemos materias atrasadas que llevamos arrastrando y también ha sido desgastante y triste que a veces asistimos nada más a una clase en todo el día, y nos tenemos que regresar", denunció la joven de 19 años quien vive en el vecino municipio de Ojocaliente.
Para poder cubrir a más alumnos –dijo- la dirección de la escuela juntó a su grupo con el de tercer semestre, integrado por diez estudiantes “que antes eran 30”.
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Deficiencias constantes
Alejandra Aguilar, egresada de Ingeniería y quien sigue en proceso de titulación, recordó que los problemas se agudizaron cuando cursaba cuarto semestre y despidieron a dos maestros que nunca fueron sustituidos: “Desde entonces empezamos a retrasarnos con materias, hasta nos hicieron venir un semestre extra".
Ahora que está prestando su servicio profesional, Alejandra se dio cuenta que en su formación como ingeniera “faltaron muchas cosas” porque los maestros no tienen el perfil: “Hay materias que no son de su especialidad, hacen lo que pueden, pero no es suficiente”.
La joven originaria de Rancho Nuevo, Noria de Ángeles opinó: “Nos tienen muy abandonados en esta universidad, nos hacen falta maestros y ahora falta también quién atienda con respecto a esta otra nueva carrera".
Medicina, sin médicos
La licenciatura en Medicina Integral y Salud Comunitaria que inició este año, comenzó teniendo como encargado a un especialista en Biología Molecular quien imparte tres clases de una hora por semana, pues también atiende a los grupos de ingeniería.
El estudiante Juan Pedro García Hernández, lamentó que la licenciatura de medicina que cursa él junto con otros 26 alumnos “no cuenta con un médico como maestro”.
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Por su parte, Azul, estudiante de medicina originaria de Ojocaliente, comentó: "Aunque hemos hecho las peticiones, no nos han resuelto nada de asignarnos un maestro, nos dicen que está en trámite que va a llegar, realmente estamos a la deriva".
Expuso que le enviaron una carta a la directora general de la Universidad del Bienestar que no ha sido respondida: "Necesitamos un doctor capacitado, la universidad está necesitando maestros”.
A pesar de que es una carrera nueva, ya se dieron de baja siete alumnos, "porque ni siquiera tenemos una clase como tal, venimos tres días a la semana una hora y no estamos llevando la materia como debe ser".
Reconoce alta deserción
La institución se ubica en una región rural que colinda con San Luis Potosí y que sufre altos grados de marginación. La apertura de una universidad en Pánfilo Natera –según los objetivos del programa a nivel nacional- buscaba incidir en el desarrollo de las zonas más rezagadas.
De acuerdo con la Secretaría de Salud de Zacatecas, el 85.7% de los 23 mil habitantes del municipio, carece de seguridad social, su rezago educativo es del 44.3% y tiene 23 localidades con grados medio, alto y muy alto de marginación.
El coordinador del plantel, Gustavo Valdez Sosa atribuyó el grado de deserción del 80%, no a la falta de maestros, sino a otros factores. Comenta que muchos de los primeros estudiantes eran ya padres de familia quienes por sus muchas ocupaciones “fueron dejando de lado la carrera". Otros dejaron de asistir porque tuvieron la posibilidad de estudiar en otra universidad.
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El coordinador señaló que la mayoría de los alumnos de las dos carreras son originarios de comunidades rurales de otros municipios como Noria de Ángeles, Villa González Ortega, Trancoso y Guadalupe.
Al ser cuestionado sobre los resultados de la institución, mencionó que ya se tiene una generación de 15 egresados, la cual inició con 80 integrantes.
Con la segunda generación que está por egresar, se está trabajando para cubrir asignaturas pendientes que no se impartieron por falta de docentes. Mencionó que la institución que abrió sus puertas hace cinco años “aún no tiene ningún alumno titulado”.
