El 17 de diciembre de 1999 la Asamblea General de las Naciones Unidas, designó el 25 de noviembre para conmemorar el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, 39 años después de que el dictador dominicano Leónidas Trujillo ordenara el asesinato de las hermanas Mirabal: Patria, Minerva y María Teresa, mejor conocidas como Las Mariposas.
Mujeres críticas y abiertas opositoras del régimen brutal del militar, ellas fueron la representación simbólica de la resistencia política, la lucha y el activismo de un pueblo que enfrentó la tiranía, juntas sufrieron vejaciones, encarcelamientos, torturas y persecución por su activismo antitrujillista.
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Las Mirabal fueron mujeres inteligentes, educadas y valientes, y el día que Trujillo ordenó asesinarlas comenzó el final de su dictadura, simbólicamente la muerte de Las Mariposas representó la libertad de los dominicanos, muchas mujeres sin nombre, antes y después, murieron violentadas por sus creencias políticas, combatiendo por los ideales de justicia y equidad, revolucionarias, adelitas, soldaderas, maestras, periodistas, todas ellas enterradas sin nombre entre las páginas de la historia, pero no fue hasta el asesinato de las Mirabal que el mundo comenzó a conmemorar la lucha por la erradicación de la violencia hacia las mujeres.
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¿Qué ha cambiado desde entonces?, ¿qué nos han dejado Las Mariposas como legado?, podríamos decir que mucho más de lo que es apreciable a simple vista, a pesar de que en los noticieros resalten las notas rojas sobre feminicidios y abusos, el legado de las Mirabal está presente desde el momento que se convirtieron en los rostros reconocibles de las mujeres que luchan, no por demostrar que son superiores a los hombres, sino porque se les reconozca el derecho a las mismas oportunidades.
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Por aquí y por allá centellean pequeños atisbos de victorias: la lucha contra el matrimonio infantil, las campañas por erradicar la ablación femenina, la búsqueda de más oportunidades de estudio para las niñas, el combate contra la prostitución y la trata de personas, etcétera.
La persistencia de la memoria, del significado de la lucha de Las Mariposas, destella aquí y allá, verdad es que hubo muchas otras antes que ellas, pero también es verdad que no fue hasta que la abstracta masa llamada pueblo, reconoció la fuerza de la voz femenina, clamando justicia y luchando en igualdad de condiciones, que empezamos a llamar a las cosas por su nombre y decir: Ni una más.
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