La proliferación de antros; la falta de estacionamientos; la especulación inmobiliaria, las rentas estratosféricas y el deterioro de las fincas; son algunos de los factores por lo que la gente ya no quiere vivir en el Centro Histórico de Zacatecas.
Raquel Ciceley Toribio Rivas, titular de la Junta de Protección y Conservación de Monumentos y Zonas Típicas del Estado de Zacatecas, reconoció que desde hace décadas existe un fenómeno de despoblamiento en el polígono de la ciudad que está por cumplir 30 años como Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Empresarios y profesionales inmobiliarios también reconocen que el alto costo las rentas y de los inmuebles, así como la inseguridad, ahuyenta a las familias que buscan un lugar para vivir y a los empresarios con intención de invertir en locales comerciales.
“La gente se va y prefieren rentar en otro lugar, abandonan sus casas y las dejan con la intención de venderlas, pero los que compran las quieren demoler para construir otra cosa”, comentó Toribio Rivas en entrevista.
Esta situación da paso a que llega una hora de la noche en donde ya no hay gente circulando por el primer cuadro de la ciudad, lo que también genera inseguridad.
No existe una estadística actualizada sobre el nivel de despoblamiento del centro histórico, pero recordó que, hasta hace dos décadas, las calles que tenían más despoblamiento eran las calles Guerrero, Tacuba y la Avenida Hidalgo.
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Estimó que ahora los porcentajes de espacios abandonados son más altos debido a que “las personas no quieren vivir en el centro”, por factores tan evidentes como la falta de estacionamiento y las molestias que provoca la proliferación de antros: “Cada vez hay más cafeterías, antros y restaurantes, e incluso las azoteras se usan de terrazas para renta y realizar eventos sociales”.
Las cadenas de tiendas de conveniencia están interesadas en adquirir propiedades en la zona típica, pero exigen que la casa esté completamente demolida para poder hacer bodegas enormes y modernas, acción que implica problemas a un centro histórico como el de Zacatecas que cuenta con la declaratoria de Patrimonio Mundial.
La funcionaria explicó que la mayoría de las personas que abandonan las casas es porque no cumplen con sus necesidades, ya que son construcciones antiguas y ahora tienen otro tipo de intereses y gustos.
Especulación inmobiliaria
La especulación inmobiliaria por estar en una ubicación céntrica es otro de los detonantes, ya que todos los inmuebles, tanto de potencial comercial como habitacional, las venden a precios elevados “que no valen, por eso se tienen tantas fincas en riesgo de colapso, porque las abandonan”.
Señaló que hay más de dos centenares de construcciones con grados diversos de daño, que en algunos casos representan un peligro de derrumbe “y que son un riesgo para la población, pero que, siendo propiedad privada son responsabilidad de los propietarios”.
La presidenta de la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios (AMPI), Angélica María Rojero Escamilla, informó a este medio que años recientes el costo de las rentas en promedio aumentaron 40%, lo que también provocó el aumento de inmuebles desocupados o abandonados.
Las rentas están muy altas, la economía está detenida, y los comerciantes piensan en que si pagan la renta en eso se van sus ganancias”
Por su parte, Lourdes Velazco, líder de comerciantes del primer cuadro del centro histórico, comentó que cada año el incremento de las rentas varía entre un cinco y un 10%. Locales más pequeños, de entre seis y ocho metros cuadrados, llegan a costar hasta ocho mil 500 pesos, mientras que en la avenida Hidalgo, la principal vía del centro histórico, un local puede costar hasta 120 mil pesos al mes.
Riesgo de derrumbe
El gerente del Centro Histórico, Josué Hernández Bustos, calificó de urgente que los propietarios de las fincas abandonadas se responsabilicen y adopten medidas de prevención, pues ante la temporada de lluvias es probable que se registren más colapsos.
El Ayuntamiento tiene detectadas 177 viviendas con riesgo de derrumbes parciales y 50 en peligro de colapso. La mayoría de las fincas se encuentran desocupadas debido al costo de su mantenimiento y rescate, porque se encuentran intestadas o porque no ha habido quien las adquiera o las rentes por los altos costos.
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Está en marcha una mesa de análisis entre los tres órdenes de gobierno para determinar las acciones que se pueden emprender de parte de la Junta de Protección y Conservación de Monumentos del Estado, del Ayuntamiento y de instancias federales como el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Hernández Bustos informó que además se conformó una comisión interinstitucional para realizar trabajos de monitoreo de los inmuebles en riesgo.