“El aborto es violencia legal, es un asesinato”, declaró el obispo de la Diócesis de Zacatecas, Sigifredo Noriega Barceló.
Durante la homilía de este domingo, al referirse a la despenalización del aborto que el pasado 20 de noviembre aprobó la Legislatura del Estado, opinó que “con violencia y engaño” es como se dirige el poder humano en estos tiempos.
Pensamos que ya por ser legal, ya convertimos lo que es malo, lo que es un asesinato, ya lo convertimos en algo bueno, allí está el autoengaño, el querer engañar a los demás
Durante la misa que ofició en la catedral basílica, dijo que el ser humano no debe suplantar el poder de Dios, que “es el único dueño de la vida y de la muerte”, pues de lo contrario, lo que hace es “matarse a sí mismo a través de la mentira”.
Luego, en referencia al Evangelio expresó: “Pilato tenía tanto poder que podía mandar a la muerte a Jesús, como lo hizo, aunque se haya lavado las manos”.
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Con 21 votos a favor y seis en contra, el Congreso del Estado eliminó del código penal, las sanciones para quienes interrumpan el embarazo hasta las 12 semanas de gestación.
Con dicha reforma, Zacatecas que es el estado con el mayor porcentaje de población católica del país –92% según el INEGI– se unió a la lista de entidades que han despenalizado el aborto.
De acuerdo con algunas diputadas que expresaron su apoyo a la iniciativa, con dicha aprobación no solo se hace justicia a la lucha feminista, sino que también se acató la resolución judicial emitida en agosto de este año por un Tribunal Colegiado, que ordenó derogar tres artículos del código penal considerados inconstitucionales.
Mientras tanto, durante la discusión previa a la aprobación del dictamen, la diputada panista, María Teresa López García, denunció que el Congreso local “ha pasado por encima de la voluntad del pueblo (…) cerrando los ojos ante la pluralidad de voces que piden se respete la vida”.
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