Mariana Rodríguez Soto, directora de la Unidad de Medicina Familiar (UMF) del Instituto de Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) Jerez, logró salvar de un infarto a un chófer y a un paciente que se trasladaban al Hospital General de Zacatecas.

El paciente de nombre Roberto Jiménez Esparza, acudió a la UMF en dónde se le diagnóstico un bloqueo de rama derecha; esto es, una afección en la que se produce un retraso en la vía por la que viajan los impulsos eléctricos que hacen que el corazón lata.

Debido a la urgencia se decidió trasladarlo de manera inmediata a Zacatecas, en un viaje que duraría 25 minutos aproximadamente, ya que corría el riesgo de padecer un infarto.

Después de realizar el trámite correspondiente, salió la ambulancia conducida por Jaime Cárdenas Salazar; con el paciente y un familiar acompañándolo.

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Después de 15 minutos de haber salido de la unidad, Jaime sintió un dolor intenso en el pecho, sudoración excesiva, y dificultad para respirar, por lo que detuvo la ambulancia y marcó a la unidad del Issste en Jerez, para reportar que se sentía mal.

Se perdió la llamada y al intentar comunicarse con el celular de Jaime, no obtuvieron respuesta, suponiendo que el paciente se había agravado.

Se aviso a la directora de la unidad, Mariana Rodríguez, quien se dirigía en su vehículo particular a la ciudad de Zacatecas a la representación estatal; y cinco minutos después encontró la ambulancia a un costado del camino mal estacionada.

Cuando se acercó no se encontraba el chófer, por lo que supuso que estaba auxiliando al paciente en la parte trasera,

“Me preocupe al no ver al chofer, puesto que Jaime es una persona servicial y pensé que estaría ayudando al paciente, me dirigí a la cabina de la ambulancia y encontré a Jaime en un estado crítico, por lo que como pude bajé al chofer y lo subí a la parte posterior de la ambulancia para brindarle los primeros auxilios y oxigenarlo”, refirió la directora.

“En ese momento tomé la decisión de dejar mi auto estacionado y ser yo la que llevara a los dos pacientes al hospital, no había opciones, el tiempo era un factor importante, puesto que el paciente inicial estaba estable, pero Jaime, el chofer de la ambulancia del Issste, estaba en una situación entre la vida y la muerte”.

La doctora dejó su automóvil en el lugar y condujo la ambulancia con dificultades pues nunca había manejado este tipo de vehículo.

Al llegar a la Unidad Regional de Seguridad (UNIRSE) explicó la situación y dejó las llaves de su auto a los militares que se encontraban ahí para que lo resguardarán y que posteriormente acudiría un trabajador del instituto por él.

Narra que durante los 10 minutos que le restaban para llegar a la capital platicaba con Jaime y le cuestionaba sobre el manejo de la ambulancia para mantenerlo consciente.

Pero al llegar se encontró con tráfico vehicular y la falta de educación vial de los choferes para permitir pasar a la ambulancia, que ya llevaba las torretas encendidas indicando una emergencia.

“Lo más difícil del trayecto fue encontrarme con automovilistas que no dejaban el paso a la ambulancia”, manifestó la doctora.

Cuando arribó al hospital ya la esperaba el equipo de urgencias, entre médicos, camilleros y personal de enfermería.

Ambos pacientes fueron atendidos de manera oportuna por el médico Alberto Saldívar, refirió a la directora que gracias a su ayuda el paciente sobrevivió, pues requería atención inmediata,

Brenda Cárdenas hija de Jaime Cárdenas Salazar, chofer de la ambulancia de la UMF Issste Jerez, agradeció a la institución por la atención oportuna brindada, ya que de no haber tenida la atención, su papá no hubiera sobrevivido.

Por su parte, la Directora de la UMF Issste Jerez, enfatizó que en esta situación influyó que la ambulancia, la cuál se recibió hace dos meses fuera de nueva tecnología, lo que le permitió haber salvado dos vidas.

Finalmente, el jefe de la unidad de atención al derechohabiente y comunicación social, Jesús José Benavides Castro, otorgó a nombre de todo el Issste Zacatecas un merecido reconocimiento por su valor, compromiso y su gran sentido de profesionalismo y humanidad hacia la derechohabiencia.