Zacatecas, Zac.- El crecimiento urbano y la construcción del periférico Centenario han afectado el desarrollo de las Morismas de Bracho, considerada la celebración popular y religiosa más importante de Zacatecas.
El presidente de la Cofradía de San Juan Bautista, José Dolores Delgado Valenzuela reconoció en entrevista que es un problema real la reducción territorial que ha sufrido Bracho durante las últimas décadas.
“Quisiera que las instancias, que las autoridades salvaguardaran nuestro espacio, que no dejaran que se vea afectado”, declaró el organizador de la que también es la tradición multitudinaria más antigua de la entidad.
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En entrevista reconoció que en años pasados se dio la venta irregular de terrenos en las proximidades de la zona, lo que gradualmente ha ido limitando la extensión del lugar.
Se calcula que este fin de semana más de 80 mil personas asistirá: a pesar de lo limitado del terreno cada año aumenta el número de espectadores, afirmó.
El Periférico “nos afectó a nosotros”
En los momentos más representativos de la fiesta, una multitud de morismeros sube a pie, desde Bracho hasta el cerro San Martín, para formar los símbolos de los moros y de los cristianos (a luna, la estrella y la cruz) que llegan a ser visibles a cientos de metros de distancia.
Posteriormente los combatientes regresan corriendo para continuar con la representación de las batallas masivas.
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El periférico Centenario que actualmente está siendo construido, dividió el trayecto entre Bracho y el cerro, lo que se convirtió en un obstáculo para los participantes.
“La carretera que están haciendo nos afectó a nosotros, el cerro San Martín es muy importante para las morismas, pero ya con la carretera como que no es lo mismo”, señaló el presidente de la Cofradía.
Se han realizado algunas reuniones con autoridades estatales que tienen a su cargo la construcción del periférico. Se acordó que se quitará una parte de las barreras colocadas en la nueva vialidad para facilitar el paso de los participantes.
Bracho, zona “desprotegida”
Las Morismas se realizan en las Lomas de Bracho, terreno de 33 hectáreas ubicado en los límites entre la capital y el municipio de Vetagrande.
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El 1 de agosto del 2017, el presidente de la Junta de Protección a Monumentos, Rafael Sánchez Presa y la alcaldesa de Zacatecas, Judit Guerrero López anunciaron que la zona sería protegida jurídicamente ante cualquier intento de invasión.
Aunque Bracho ya era zona cultural protegida, faltaba definir el polígono, lo que fue hecho apenas durante el año pasado, para lo cual la junta de Protección contrató una empresa que realizó el levantamiento topográfico.
Como primer paso para la protección de Bracho, las autoridades informaron que se colocarían mojoneras o pilares que indiquen el límite de la zona salvaguardada en la cual estaría prohibida cualquier tipo de construcción.
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