Con la presencia del Papa, realizan las exequias del cardenal Javier Lozano Barragán

Giovanni Battista Re recordó la devoción que Lozano Barragán sentía por la Virgen

Rosaura Rincón │ El Sol de Zacatecas

  · lunes 25 de abril de 2022

La Misa Exequial se celebró a las 14 horas (tiempo de Roma) en el Altar de la Cátedra de la Basílica Vaticana, a la que asistió el Papa Francisco. / Giuseppe Lami │ EFE

Este lunes por la tarde, tiempo de Roma, se realizaron las exequias en la Basílica Vaticana por la muerte del cardenal Javier Lozano Barragán, obispo emérito de Zacatecas. Estuvo presente el Papa Francisco, quien presidió el rito de la Ultima Commendatio y de la Valedictio.

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Su “profunda devoción a la Virgen, arraigada en su alma desde la infancia, nos lleva a pensar que el difunto Cardenal encontró a la Virgen esperándole en el umbral del Paraíso y lo condujo de la mano hacia Jesús, introduciéndole en la alegría y la paz sin fin de la visión de Dios” fueron las palabras del cardenal Giovanni Battista Re, decano del Colegio Cardenalicio, al recordar una de las características de la espiritualidad del cardenal Javier Lozano Barragán, fallecido a los 89 años tras una larga enfermedad.

La Misa Exequial se celebró a las 14 horas (tiempo de Roma) en el Altar de la Cátedra de la Basílica Vaticana.

Battista Re recorrió la vida del “querido cardenal” que “cerró los ojos serenamente el domingo de Pascua, con la alegría de haber recibido la visita del Santo Padre en la noche del Viernes Santo y de haber podido así rezar con el Papa unos días antes de su paso a la vida eterna”.

Testigo constante de la muerte y resurrección de Cristo

El Decano del Colegio Cardenalicio recordó que su lema episcopal era "Testis resurrectionis", y, sostuvo que a lo largo de su vida el cardenal Lozano Barragán - primero como teólogo, luego como párroco y finalmente como jefe de un dicasterio de la curia romana - ha sido un testigo constante de la muerte de Cristo y de su resurrección para nuestra salvación.

“Reunidos aquí, en el altar del Señor, el día después de la octava de Pascua, el amado difunto nos invita a hacer nuestras las conocidas palabras del apóstol Pedro: Bendito sea Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo, que, en su gran misericordia, nos hizo renacer, por la resurrección de Jesucristo, a una esperanza viva, a una herencia incorruptible, incontaminada e imperecedera, que ustedes tienen reservada en el cielo. (1 Pedro 1,3-4)”.

Giuseppe Lami │ EFE

La devoción a la Virgen de Guadalupe

En el conmemorar momentos significativos en la vida del difunto purpurado, hizo presente una característica de la espiritualidad del difunto: su fuerte devoción a la Virgen.

“En la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe recibió su Primera Comunión. Cuando fue nombrado obispo, quiso que la ordenación episcopal se confiriera en la misma basílica mariana. Como nuevo cardenal celebró una de sus primeras misas en el santuario guadalupano. Para conmemorar su 25º aniversario como obispo, en 2004, viajó a México para rezar a la Virgen María y celebrar una misa en el Santuario de Guadalupe en el Tepeyac, tan querido por él”.

A Dios “bueno y rico en misericordia”, se confía a “este amigo y hermano nuestro, - concluyó el Cardenal Decano - implorando el perdón por sus debilidades humanas y rogando que Dios lo acoja en la inmensidad de su amor”.

Por su propia voluntad el cardenal Javier Lozano Barragán no será incinerado y pidió ser enterrado en Zamora (México), donde se encuentra su casa y la sede de la fundación dedicada a su madre Lolita, se prevé que el cuerpo del purpurado arribe el próximo miércoles a nuestro país.

Presencia del Papa

El Papa Francisco estuvo presente en la misa exequial y presidió el rito de la Ultima Commendatio y de la Valedictio, en la mayoría del tiempo se le vio sentado, ya que arrastra una lesión en la rodilla derecha que le impide estar mucho tiempo de pie y dificulta su caminar. Debido a la gonalgia, que le ha exacerbado la artrosis y el desgaste del cartílago.

El pasado miércoles Francisco expresó su pésame por la muerte en Roma del cardenal Javier Lozano Barragán, de quien dijo que le "honró con su amistad" desde 1980, en un telegrama difundido por la Santa Sede.

"Al recibir la noticia del fallecimiento del cardenal Javier Lozano Barragán, presidente emérito del pontificio consejo para la pastoral de la salud, expreso mi sentimiento de pesar a su excelencia", se lee en la misiva, dirigida al obispo de Zamora, Javier Navarro Rodríguez.

Con información de Vatican news y AFP