1968 resulta en más de un sentido para la historia del país, un año crucial; poco importa el ángulo desde el que se practique el análisis pues en él se encuentra, pretensiones aparte, un significado preciso y profundo para la revisión contextual que se realice; y precisamente en estos días, revistas y diarios nacionales pasan pormenorizada lista de los traumáticos sucesos del movimiento estudiantil que terminaron tiñendo de sangre la escena nacional, recuento que reaviva la permanente pretensión de explicitar el alcance político y social de sus efectos inmediatos y los impactos en el México de nuestros días.

Zacatecas, geográficamente lejano y ajeno al epicentro de los acontecimientos en la capital de la República, no escapa sin embargo a las repercusiones que se extendían de diversas maneras a lo largo y ancho del país, cortadas de tajo por el poder gubernamental las inquietudes de manifestación y apoyo por parte del estudiantado del Instituto de Ciencias Autónomo de Zacatecas (ICAZ), se vive el problema a través de los noticiarios televisivos y las notas de la prensa nacional.

En la historia del estado, la principal repercusión tiene amen de interpretaciones, un sentido positivo: el Decreto que establece el 16 de agosto de ese año, la conversión del ICAZ en Universidad Autónoma de Zacatecas, importante es resaltar sin embargo que, no medió en modo alguno efervescencia o movimiento estudiantil o magisterial que empujara tal acontecimiento, antes bien, argumentos que lucidamente como el del -recuerdo ahora-prestigiado maestro Roberto Almanza entre otros, hacían ver las insuficiencias estructurales, funcionales y académicas como limitantes para recibir tal distinción; entre la base estudiantil y buena parte de la magisterial de la época, una mezcla de entusiasmo y desconcierto en proporciones variables, ingredientes que al tiempo, se convertirían por fortuna, en dinámicas impulsoras de cambios profundos y significativos.

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Derivado entonces de decisiones de instancias gubernamentales e incentivada por los acontecimientos de la capital del país, nace así, la Universidad Autónoma de Zacatecas “Francisco García Salinas”, representando así la versión más actual de una institución educativa de larga data que, en sus 186 años de existencia (desde 1832), ha atravesado por distintas denominaciones hasta la que hoy le es vigente y que sincretizamos en: la UAZ, “el Alma Mater del estado de Zacatecas”.

Para tener una idea de sus 10 lustros como Universidad, vale la pena recordar sus inicios para valorar su evolución: La institución contaba en 1968 con nueve escuelas profesionales, una carrera nivel medio profesional, una escuela Preparatoria y una Secundaria. En ellas, recibían educación tan solo mil 577 alumnos, de los cuales menos de la mitad, estaban inscritos en las escuelas profesionales y las 11 carreras en ellas ofertadas. La planta magisterial y de apoyo la constituían 192 maestros de los cuales solo el 17% era de tiempo completo; La estructura administrativa era muy escasa también de acuerdo a las necesidades del momento El total de personal Directivo, Técnico, Administrativo y de servicios era de 90 personas. La investigación no existía al igual que la extensión universitaria. Todo ello en la ciudad de Zacatecas.

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El renglón financiero, talón de Aquiles de las instituciones educativas se soportaba en 1968 con un subsidio federal de $1'664,666 y unos ingresos financieros totales de $4'937,585; estos se veían complementado con ingresos extraordinarios por un monto superior a los tres millones de pesos. Destaca el hecho que el monto del impuesto del 5% Pro-UAZ, casi igualaba en monto al subsidio federal.

Desde su conversión a Universidad, -y aún antes-, la institución educativa más importante en el estado ha padecido la escasez crónica de los recursos suficientes para cumplir a cabalidad con las funciones que le son propias, de tal manera que podemos decir que esta característica se ha constituido en una variable permanente en la vida institucional.

(Es cierto también, en afán de precisión, que la magnitud de tal deficiente no ha sido igual en todo momento sino que, por el contrario se ha sujetado a vaivenes que dependen de una diversidad de factores. Es probable que la institución cuente con un análisis histórico del comportamiento anual de dicha variable lo que puede ser muy ilustrativo para la búsqueda de soluciones cada vez más certeras y eficaces.)

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De 1968 a la fecha la institución ha tenido 10 Rectores: el primero, Magdaleno Varela Luján (+), Jesús Manuel Díaz Casas, Jorge Eduardo Hiriartt Estrada, Francisco Flores Sandoval, Virgilio Rivera Delgadillo, Rogelio Cárdenas Hernández, Alfredo Femat Bañuelos, Francisco Javier Domínguez Garay, Armando Silva Cháirez y el actual, Doctor Antonio Guzmán Fernández.

Los problemas actuales de la UAZ son ampliamente conocidos pues ellos son parte de la agenda pública de este estado y noticia cotidiana, vale decir sin embargo que de entonces a ahora, su matrícula es alrededor de los 40,000 estudiantes, que su profesorado alcanza los 3,000 y su personal técnico y administrativo ha crecido en consonancia, -quizás de más- y pero sobre todo, que ya la institución es realmente estatal al estar diseminada por distintas regiones del estado y diversos campus, facilitando el acceso en cercanía a multitud de estudiantes. Más de 40 Licenciaturas, más de 40 Posgrados entre Maestrías y Doctorados, una decena de Especialidades, 13 Programas de Nivel Medio Superior y un plantel de Educación Media Básica constituyen su estructura educativa y si el problema financiero, también acrecentado.

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De cuna y talante liberal decimonónicos, atravesó aquella centuria y la siguiente como el báculo en que se han apoyado todas las formas de pensar y repensar la vida, desde el Zacatecas inmediatamente posterior a la Independencia, hasta el Zacatecas humillado y ofendido de estos despiadados días, y la ronda de sus generaciones nos ha traído hasta esta celebración para merecer sus venturas y sus desventuras, sus dolores y sus alegrías, sus resignaciones y sus furias, desde los escolásticos de ayer hasta los indignados de hoy y de mañana. Hablo de nuestra santa madre laica: La amadísima Universidad Autónoma de Zacatecas “Francisco García Salinas.El Amigo Abel, dixit”.

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