Cardenal Lozano Barragán se une al Jubileo del Seminario de Zacatecas

Realizará una ceremonia eucarística en la Catedral Basílica

El Sol de Zacatecas

  · martes 17 de septiembre de 2019

El cardenal Javier Lozano Barragán es Obispo Emérito de Zacatecas / Cortesía Diócesis de Zamora

Mañana miércoles, el cardenal Javier Lozano Barragán regresa a Zacatecas, para celebrar el 150 aniversario de fundación del Seminario Conciliar de la Purísima, en una solemene Eucaristía a la que han sido convocados todos los fieles en la Catedral Basílica en punto de las seis de la tarde (18:00 horas).

Por la mañana sostendrá una rueda de prensa en el Seminario, en la que el también Obispo Emérito de la Diócesis de Zacatecas, tocará temas como la importancia del Seminario en la sociedad zacatecana y la relevancia del Jubileo por sus 150 años de su fundación; compartirá, además, su visión sobre la formación sacerdotal y de la Iglesia Universal, su experiencia y trabajo en favor del Seminario y algunos problemas bioéticos.

Hace poco más de un mes que el cardenal Lozano Barragán (ahora de 86 años de edad), celebró 40 años de su ordenación episcopal (obispo) y fue en 1984 cuando llegó como pastor a la Diócesis de Zacatecas (de la cual ahora es obispo emérito), siendo recibido por los fieles católicos que resguardaron su arribo a la Catedral Basílica.

Durante 12 años fue obispo de la Diócesis de Zacatecas “la etapa más hermosa” de su vida eclesial, según lo ha referido en varias ocasiones, incluso ha afirmado que considera a Zacatecas como su familia.

Al cardenal Lozano Barragán se le reconoce como el principal gestor para que Juan Pablo II (ahora santo) visitara Zacatecas (12 de mayo 1990) y, además se convirtió en el gran defensor de la canonización del pontifíce y de su primer milagro (la curación de un adolescente que padecía cáncer).

Javier Lozano Barragán además jugó un papel decisivo en el reconocimiento oficial de la Iglesia Católica en México y el restablecimiento de las relaciones de nuestro país con el Vaticano en 1991.

Los oficios de Javier Lozano permitieron a El Vaticano considerar a México como puente de enlace para acercar a las iglesias de América, y como la primer frontera en el continente para evitar la expansión de nuevos movimientos religiosos.

El 31 de octubre de 1996, fue nombrado presidente del Pontificio Consejo para la Pastoral de los Agentes Sanitarios, cargo que le hizo visitar 47 países.

Fue creado cardenal diácono por el Papa Juan Pablo II en el consistorio del 21 de octubre de 2003 y a los 80 años de edad, se retiró, realizando actividades particulares.

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