La Academia Nacional de Arquitectura manifestó su preocupación por la posible construcción del segundo piso del bulevar Adolfo López Mateos en la capital de Zacatecas ya que por su impacto en el paisaje “alterarían los valores que se adujeron en su momento para considerar al Centro Histórico de Zacatecas como Patrimonio Cultural de la Humanidad”.
En una carta firmada por el presidente de la Academia, José F. Reygadas Valdéz, se le ofrece al gobernador de Zacatecas, David Monreal Ávila “colaborar con propuestas alternas para solucionar el problema vial sin afectar a los habitantes de la ciudad que son a quienes debemos apoyar de acuerdo con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU”.
En el documento la Academia recuerda que hace 30 años, el Centro Histórico de Zacatecas fue reconocido e inscrito en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO en 1993, considerando “la calidad paisajística del conjunto entre los más destacados atributos por los que merecía estar en la lista”.
Agrega que actualmente, desde sitios como el cerro de La Bufa, se aprecia el boulevard López Mateos como una vialidad importante, “pero la densidad de árboles en sus márgenes es suficiente para ocultar parcialmente esa presencia”.
La Academia advierte que “en lugar de esa visión el espectador tendría claramente destacado el trayecto de la nueva vialidad sin que haya ninguna posibilidad de mitigar el efecto adverso que causará el segundo piso al panorama de conjunto”.
El mismo proyecto vial de un puente elevado, había sido planteado en el año 2007 por el gobierno de Zacatecas. Al respecto, la Academia recuerda: “Sin embargo, la gobernadora Amalia García logró detener la obra (a pesar de contar con los recursos federales y habiendo dado el anticipo a la constructora) ante la petición ciudadana generalizada y una evaluación del impacto sobre los atributos y valores patrimoniales del Centro Histórico de Zacatecas elaborado por el ICOMOS Mexicano”.
Sigue en pie el proyecto
En el mes de febrero, el gobernador de Zacatecas, David Monreal Ávila confirmó a este medio su intención de realizar el segundo piso, y estimó entonces que la ejecución del proyecto iniciaría antes de terminar el primer trimestre del 2023.
A inicios de mayo, el secretario de Obras Públicas del Estado explicó que el inicio de la construcción se retrasó debido a la falta de las autorizaciones de instancias federales, como la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), instancia que ha hecho observaciones al proyecto en materia de estudios de factibilidad vial y estudios de tráfico.
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También está pendiente la autorización del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), aunque a dicha dependencia federal todavía no se le presenta el proyecto.
Mencionó que el segundo piso tendrá un costo de tres mil 150 millones de pesos, los cuales serán una inversión multianual de recursos estatales. Se prevé que la vialidad tenga una longitud de 3.3 kilómetros.
La vialidad iniciaría a la altura del hotel Don Miguel y concluirá antes de llegar al distribuidor vial de Quebradilla, cerca de donde se ubica la gasolinera La Villita.