El obispo de la diócesis de Zacatecas, Sigifredo Noriega Barceló, opinó que la anulación de las elecciones de la capital “es una mala noticia”, pues dividirá a la sociedad, aumentará la desconfianza en la aplicación de la ley y provocará que los ciudadanos sientan que “no fueron tomados en cuenta”.
A dos días de que el Tribunal de Justicia Electoral del Estado de Zacatecas (Trijez) revocara el triunfo del panista, Miguel Varela Pinedo, el obispo declaró: “No juzgo la ley, sino la aplicación e interpretación que se le está dando”.
Este domingo, ante la prensa, afirmó que los criterios de imparcialidad, equidad y legalidad, en este caso, “están en entredicho”.
Pronosticó que la ciudadanía no participará en caso de que se convoque a votaciones extraordinarias, pues los electores ya acudieron el 2 de junio a elecciones “que se hicieron con seriedad”.
Ante los cuestionamientos de la prensa, agregó: “Los votantes dirán que no fueron tomados en cuenta: ´se burlaron de nosotros´… de que va a afectar, va a afectar”.
Separación Iglesia - Estado
Una de las faltas a las leyes electorales que fueron demostradas en el juicio de nulidad, según expuso el magistrado del Trijez, José Ángel Yuen Reyes, es la violación al principio de “separación de Iglesia – Estado” ya que Miguel Varela llevó a cabo actos públicos con la cofradía de San Juan Bautista, la cual organiza Las Morismas de Bracho.
Sigifredo Noriega opinó que “es muy débil ese tipo de argumentación”, y aseveró que “no hubo intervención religiosa, pues la Cofradía de Bracho es una asociación civil y no una organización religiosa”.
“Aunque te tomes una foto en frente de un templo, es causa para buscar la nulidad, hay libertad de conciencia y expresión, son derechos humanos que no pueden ponerse en paréntesis”, aseveró también el titular de la diócesis de Zacatecas.