La Fiscalía General de Chihuahua está en espera de los resultados de las pruebas genéticas que se realizaron a restos humanos localizados en el poblado de San Rafael del municipio de Urique y, así, estar en condiciones de confirmar que corresponden a los tres jóvenes originarios de Tepechitlán, Zacatecas desaparecidos en 2019.
La semana pasada, la Fiscalía General de Chihuahua pidió la colaboración de la Fiscalía General de Justicia del Estado de Zacatecas para la toma de muestras genéticas de familiares de tres jóvenes que desaparecieron en octubre de 2019 en la zona serrana del estado de Chihuahua, lugar a donde habían viajado para vender cobijas y cobertores.
Las muestras serán enviadas a Chihuahua donde se realizará el procesamiento y posteriormente el cotejo de los familiares con los restos localizados a fin de lograr la identificación de estas personas.
El 31 de octubre de 2019 familiares ya no pudieron contactar a Javier Muñoz Pérez, Juan Antonio Martínez Parra y Rubén Flores Cisneros, los tres jóvenes se dedicaban al comercio de cobertores y cobijas, dos años anteriores habían emprendido la venta de estos productos en especial en la zona serrana del estado de Chihuahua.
Búsqueda incesante
De acuerdo al reporte de desaparición, los comerciantes salieron el 17 de octubre de 2019 de su natal Tepechitlán, tripulaban una camioneta pick up de cabina y media de la marca Toyota modelo 1991, de color verde con camper en color plata, placas de Zacatecas.
Llegaron a Chihuahua el 18 de octubre. La última vez que se les vio estaban en el pueblo de San Rafael.
Los familiares de los jóvenes interpusieron la denuncia de desaparición ante la Fiscalía General de Justicia del Estado de Zacatecas el 9 de noviembre de 2019 y cinco días después, el 14 de noviembre de ese mismo año, se ratificó ante el fiscal Francisco González Arredondo en la Fiscalía de Chihuahua.
Los familiares de los comerciantes zacatecanos contactaron a Justicia Para Nuestras Hijas, organización de búsqueda de desaparecidos en Chihuahua y que les brinda acompañamiento, así, en coordinación con la Comisión Estatal de Búsqueda de Chihuahua y la Fiscalía de Zona Occidente, así, se desplegaron actividades de búsqueda en varios municipios para continuar la búsqueda de los jóvenes, sobre todo en los municipios de Bahuichivo y San Rafael en el municipio de Urique.
También se realizó la búsqueda en una mina ubicada en el municipio de Guazapares, luego de que la familia recibió mensajes alertándolos de que los habían privado de la libertad para llevarlos a trabajar en un rancho en Monterde, una zona donde existe un breve problema de desplazamiento forzado a causa del crimen organizado, además se buscó a los comerciantes en la zona de Bocoyna.
Los familiares aseguran que nunca les pidieron dinero, o algo que constara que estaban secuestrados… con el tiempo los mensajes dejaron de llegar.
Al pasar el tiempo y no obtener resultados en la búsqueda, la Fiscalía General del Estado de Chihuahua, ofreció una recompensa de 200 mil pesos a quien brindara información sobre el paradero de los tres zacatecanos.
El hallazgo de restos
Tras más de tres años de desaparición se localizaron unos cadáveres y Justicia para Nuestras Hijas realiza el acompañamiento de las familias de los comerciantes zacatecanos a fin de que les tomen algunas muestras genéticas a quienes faltaban.
Estas personas, localizadas en el municipio de Urique, fueron parte de las víctimas de la violencia generada por José Noriel Portillo, alias el Chueco.
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A los restos se les practicaron las pruebas periciales y genéticas necesarias a fin de lograr su identificación. Posteriormente se tomaron las pruebas de los familiares de estas tres personas y a la fecha se está en espera de los resultados del cotejo.
Se informó que el proceso tardará, sin embargo se comprometieron a realizarlo lo más pronto posible.
En caso de que se confirme la identidad de Javier, Juan Antonio y Rubén se trabajará con las familias para realizar el traslado de los restos.
║Con información de Venessa Rivas | El Heraldo de Chihuahua
